Ella es harina de otro costal, quienes la han escuchado saben que
se trata de una artista que llegó para quedarse, cortada por el
molde de grandes como Elena Burke y Omara Portuondo.
Fresca está su participación en el espectáculo Amigas, de
la bailarina y coreógrafa Lizt Alfonso, en el que Sáez destacó
sobremanera y dejó las puertas abiertas a grandes empresas futuras.
Otros tuvieron la oportunidad de disfrutarla en Joyas del
Tiempo, su primer concierto en solitario, título escogido con
muy buen tino.
Con Granma conversó Sáez sobre el espectáculo, al que
definió como una prueba de fuego.
es mi debut, mi primer gran
concierto y las expectativas fueron muy altas, se preparó durante
mucho tiempo y salió gracias a la labor de un gran equipo".
"Lo más relevante es el trabajo del maestro Luis Carbonell como
asesor musical y repertorista, alguien que ha hecho un trabajo
encomiable en la selección de los temas del concierto, de ahí su
nombre".
A las tablas del teatro Mella subió Yaíma Sáez con una selección
de lo mejor de la época de oro de la cancionística cubana, situada
por los entendidos en la mitad del siglo XX, cuando géneros como el
son, el bolero, el cha cha chá y otros, resultaron un verdadero
boom dentro y fuera de la Isla.
"La responsabilidad depositada en mí por el maestro Carbonell fue
un gran reto del que salió algo diferente por el tipo de repertorio
seleccionado y los excelentes arreglos hechos a cada una de las
canciones. El acompañamiento y la dirección musical son hechos por
músicos jóvenes, que, entre otros objetivos, perseguimos el de
rescatar esos grandes éxitos de las décadas del 40, 50 y 60 del
siglo pasado respetando la personalidad de cada tema y asumiendo una
variedad genérica que muestre el amplio diapasón musical de la Cuba
de esa época".
Para la presentación del Mella Carbonell conformó una lista de 16
temas escogidos entre lo más representativo de esa etapa, y a partir
de ahí se "hilvanó" un espectáculo que respetó las particularidades
de cada título sin dejar de ser algo llamativo, elegante y con
cierto glamour, efectos en lo que tuvo mucho que ver Lizt
Alfonso, quien asumió la dirección general de la velada.
Entre otras, los asistentes a Joyas del Tiempo, pudieron
disfrutar de canciones que marcaron toda un etapa de la música
cubana como Vieja Luna y La Mazacumba, de Orlando de
la Rosa; Inolvidable, de Julio Gutiérrez; Te he visto
pasar, de Ernesto Lecuona; y Libre de pecado, de Adolfo
Guzmán.
Pero las sorpresas no solo quedaron en las magistrales
interpretaciones de cada una de estas canciones; varios momentos
dieron un matiz especial al concierto, entre los que resaltó la
declamación de Lacho, canto de cuna de Facundo Rivero, a la
cuenta del maestro Luis Carbonell junto a Yaíma.
También figuraron entre sus invitados la actriz Verónica Lynn que
entonó el poema Implacable, de la uruguaya Juana Ibarbourou
(Juana de América) mientras la joven artista cantaba No vuelvo
contigo; Adalberto Álvarez le hizo la voz segunda en Qué me
importa; la saxofonista Lucía Huergo la acompañó en
, y
con la experimentada Maureen Iznaga alternó Nuestras vidas-Mi
corazón es para ti.
Escuchar a Yaíma Sáez es todo un deleite, su especial timbre da
matices imprevistos a todo lo que canta y es capaz de convertir un
tema archiconocido en algo fresco, nuevo.
Su registro grave y forma de cantar remiten al estilo de esa
grande de Cuba que es Elena Burke, y ante la posibilidad de ser
encasillada como una imitadora asegura que es un gran reto marcar un
estilo con un precedente tan importante.
El concierto del Mella fue grabado para un DVD, que dirigido por
Lester Hamlet saldrá gracias a Producciones Colibrí, y se proyecta
la producción de un álbum que igualmente se llamará Joyas del
Tiempo.
Yaíma Sáez tiene mucho por hacer y ofrecer. Enhorabuena a
cantantes como ella que aunque escogen el camino más largo y
difícil, de seguro quedarán en ese sitio especial reservado para las
verdaderamente grandes.