Aliet Arzola Lima

Dentro de las predicciones deportivas del año que finaliza, muy pocos (por no decir nadie) se aventuraron a otorgarle un segundo puesto por naciones al taekwondo cubano en el Campeonato Mundial de Puebla, México, pero los exponentes de la disciplina materializaron la hazaña con dos metales dorados y tres bronces ante contrarios de 130 países.

Glenhis Hernández logró consolidarse en la elite con su corona mundial.

Los jóvenes Glenhis Hernández (23 años) y Rafael Alba (20) se coronaron en suelo azteca, mientras Robelis Despaigne, Yania Aguirre y Yamisel Núñez merecieron el tercer escaño, renta solo superada por la potente armada sudcoreana, tradicional dominadora de estos certámenes.

Dicho resultado bien pudo colocar al taekwondo como el deporte individual más destacado del año en Cuba, pero finalmente el galardón se lo llevó el boxeo, segundo en la cita del orbe de Almaty, Kazajstán, y la lid continental en Chile.

Más allá de la decisión, a esta altura pocos dudan del alto nivel alcanzado por los taekwondocas del patio, que incluso fueron incluidos en el fortísimo Grand Prix de Manchester, Inglaterra, (del 13 al 15 de diciembre próximos) donde cinco exponentes tenían la posibilidad de chocar con la flor y nata de la disciplina en el planeta.

No obstante, Ramón Arias, entrenador del equipo nacional, explicó que debido a dificultades económicas Alba, Glenhis, Robelis, Yania y Nidia Muñoz, los escogidos por su ubicación en ranking, no competirán en la urbe británica, hecho que les impedirá ascender o mantener posiciones en el escalafón universal, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de los rivales se presentan en los más de diez Abiertos que acontecen en la temporada.

Por ejemplo, Alba, Glenhis y Robelis se encuentran entre los ocho primeros del mundo, pero esos lugares variarán tras permanecer fuera del concierto competitivo durante los próximos meses, algo que a las claras los perjudicará en su afán de obtener un boleto directo a los Juegos Olímpicos de Río 2016 por sus escaños en la lista mundial (los seis punteros avanzan automáticamente).

Tal vez de manera inmediata nadie note las consecuencias de no asistir a estos eventos, pero a largo plazo se verán las dificultades, pues el hecho de no ganar un pasaje directo a la cita estival brasileña, implica buscar el puesto en el torneo regional que solo otorga dos plazas, una prueba de vida o muerte con cero margen de error.

De cualquier forma, la totalidad del colectivo de entrenadores y atletas se mantienen firmes en su gimnasio al este de la capital, donde día a día pulen la preparación física, detalles técnicos y tácticos, los cuales examinarán en la venidera Copa Cerro Pelado, con sede en el propio escenario de entrenamiento, desprovisto de condiciones para la afluencia de público.