Acerca de esos "desentonados acordes" ha vuelto a ofrecer
confirmación un sondeo a ras de Consejo Popular, encabezado por la
pupila del Partido y del Gobierno en la provincia, con la también
presente mano de organismos, instituciones, entidades y
organizaciones que deben obrar, porque para ello están.
Enhorabuena para la ciudad. No menos provechoso sea para los
siete restantes municipios del territorio, porque muy peligroso
resultaría seguir viendo, viviendo y conviviendo —como si fuese
normal— con la indolencia de quienes vierten desechos hogareños,
constructivos o de otro carácter donde mejor les place, sin
importarles la imagen del lugar, los daños al medio ambiente o a su
propia salud.
Por más caluroso que esté el día, no puede tornarse habitual la
tendencia a andar sin camisa por doquier y mucho menos si esa
desagradable "estampa" se complementa con la expresión verbal de
obscenidades o de frases chabacanas, de mal gusto y hasta altercados
como los que brotan en algunos puntos donde suelen confluir pequeños
grupos de personas, casi siempre jóvenes, muchas veces a ingerir
bebidas alcohólicas, al parecer sin nada más importante que hacer o
que aportar en beneficio de quienes sí se sacrifican para despejar
el camino de la provincia y de la nación en medio de tanta
"tempestad".
No puede haber indiferencia cuando niños y adolescentes usan a su
antojo el uniforme o cuando educadores llegan tarde a su trabajo;
como tampoco es admisible que trabajadores encargados de custodiar
recursos duerman plácidamente en vez de vigilar, o se entreguen con
total tranquilidad al sueño directivos cuyos almacenes carecen de
seguridad en la puerta principal mientras también permanece una
ventana rota al fondo, abierta a la luz de la luna y a la posible
fechoría que desangra recursos y mata economías.
Nada de ello es abstracto o imaginario. Según información
resumida, irregularidades de esa índole se detectaron en mercados
como La Esperanza (vaya paradójico nombre), en locales del comercio
mayorista y en otras instalaciones y centros donde no se entrega la
guardia, no consta que se haga o ni siquiera existe el registro
correspondiente.
Solo el recorrido por 11 Consejos Populares pudiera aportar
cien-tos de ejemplos concretos de "verrugas sobre la piel de la
ciudad".
Ello indica que no se está actuando como corresponde por parte de
quienes deben evitar, o al menos conocer y resolver esas y otras
negligencias e indisciplinas. Quedó claro durante el sereno,
respetuoso pero contundente análisis dirigido por Ariel Santana
Santiesteban, primer secretario del Partido en la provincia, con
presencia de Lilian González Rodríguez, presidenta de la Asamblea
del Poder Popular a igual instancia.
Tal apreciación le fue reiterada a representantes de un cuerpo de
inspección que por lo visto debe ganar en agilidad y en constancia,
aun cuando no puede ser interpretado y mucho menos usado como horcón
donde se recuesten tranquilamente otros "factores" obligados a sumar
fuerza en un frente común.
Por ello cobra mucho valor la capacidad real de funcionamiento
que tenga el Grupo de enfrentamiento (a indisciplinas e
ilegalidades): una estructura que anda, pero no al paso que se
necesita, de acuerdo con lo valorado de forma crítica y autocrítica
por sus mismos integrantes y directivos.
Verrugas, en fin, hay. El reto, impostergable, es extirparlas.