Los manifestantes, favorables a un mayor acercamiento con la UE y
Estados Unidos, cercaron varios edificios gubernamentales y
reclamaron la di-misión del Ejecutivo.
En declaraciones a RIA Novosti, el portavoz del Gobierno del
país, Vitali Lukianenko, explicó que la situación en la capital
sigue bajo control de las autoridades y que toda acción ilegal será
respondida por la Policía.
El sábado se produjeron fuertes enfrentamientos entre los
manifestantes y las autoridades, que dispersaron una multitudinaria
concentración en Kiev. El propio presidente Yanukovich criticó el
exceso en el uso de la fuerza y el jefe de la Policía de la capital,
Valeri Koriak, presentó su dimisión tras asumir la responsabilidad
por los hechos.
Los disturbios comenzaron en Ucrania después que el Gobierno
acordó el 21 de noviembre suspender la firma del Acuerdo de
Asociación con Europa por razones de seguridad nacional, según
reporta PL.
La decisión se tomó, de acuerdo con la versión oficial, porque el
acuerdo carecía de garantías económicas suficientes que puedan
compensar las pérdidas en el comercio con Rusia.
Además, el Fondo Monetario Internacional impone condiciones que
obligarían a reducir gastos sociales, incrementar el precio del
consumo energético y otras medidas con afectaciones sensibles para
la población, subrayó el Ejecutivo de la exrepública soviética.
Su rúbrica en el momento actual representaría una insoportable
afectación socioeconómica para los ucranianos, argumentaron. Sin
embargo, la medida incrementó las tensiones y prácticamente dividió
al país entre partidarios y detractores de la Asociación.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha ratificado que Moscú no
está en contra de la firma por Kiev del Acuerdo de Asociación con la
UE, pero considera que esa integración entraña amenazas.
Putin mencionó los efectos nocivos para la economía rusa en caso
de que Ucrania suscriba un acuerdo de esa naturaleza, en razón de
los mecanismos bilaterales existentes de libre comercio dentro del
Espacio Único Económico con Rusia y otras naciones de la región.
La UE, por su parte, se ha negado a aceptar una negociación
tripartita que incluya a Rusia, y también es reacia a aceptar las
condiciones establecidas por Yanukovich para compensar las pérdidas
de una reducción en el comercio con su vecino y principal socio
económico.