En sus 2,68 hectáreas en producción contrató la entrega de mil
500 latas y aún sin concluir su cosecha ha acopiado más de mil 920,
de ellas 630 con destino a la producción de semillas para el
programa de siembra y resiembra del municipio.
Lejos de cualquier secreto, de cualquier experiencia única, sus
resultados se sustentan en dos elementos básicos: la renovación de
sus cafetales y el amor por el cultivo, expresado en la atención
esmerada y la máxima dedicación a él.
"A mí desde hace muchos años el café me garantiza buena partida
económica y el sustento de la familia. Entonces cómo no querer a ese
cultivo. Yo dedico horas y horas a atenderlo, a estudiar su
comportamiento. No hago nada que no hayan hecho antes los buenos
caficultores.
"En mi opinión las principales causas del colosal descenso de las
cosechas tienen que ver, al menos aquí en Maisí, con la pobre
renovación de las áreas y la prioridad que dan los campesinos a
otros renglones que dejan más dinero y son menos trabajosos, como la
malanga, el ñame, el frijol.
"Existen otros muchos problemas: la despoblación, la pérdida de
cafetales, el daño mecánico a las plantaciones por los excesivos
pases en la recogida y la prolongación de las cosechas. También
abunda la chapucería en la limpia, la poda, la regulación de sombra,
es decir, en las atenciones culturales".
—No son pocos los caficultores que argumentan que ahora no
reciben la atención estatal de antes, referida a insumos y
alimentos.
—Cuando escucho esos criterios, que no dejan de ser ciertos,
siempre les digo que recuerden que vivimos otros tiempos, que el
país, aunque quisiera, no puede garantizar esos beneficios de
antaño, y que para ello lo primero que hay que hacer es producir más
café.
—¿Qué variedad recomiendas?
—La que poseo mayoritariamente, la Catimor, por sus altos
rendimientos. También tengo una pequeña área de Borbón y pruebo una
nueva variedad, de la cual se desconoce el nombre con exactitud, al
menos en estos predios. Solo te digo que los granos duplican el
tamaño del Catimor y de otras variedades comunes en Cuba, y son muy
resistentes a los daños del sol.
—¿Quiénes son tus recogedores?
—Integran la brigada milenaria de la Cooperativa de Créditos y
Ser-vicios Fortalecida José Martí, or-ganización de base a la cual
pertenezco. Buena parte de los integrantes son de la familia y mi
esposa es la jefa de la brigada. Eso garantiza productividad,
calidad en la recolección y cuidado de las plantaciones.
—Se puede ser buen cafetalero sin renunciar a otros cultivos.
—Así es. Si bien mi producción fundamental es el café, poseo,
además, áreas puras de yuca, ñame y boniato, en las cuales obtengo
por igual elevados rendimientos. Para aprovechar bien la tierra,
siembro, además, esos renglones entre las carrileras de café en
fomento. Así desarrollo el policultivo y produzco más.