Muchos Ricardo le urgen al café

El productor de más altos rendimientos en los últimos años en el país sustenta los resultados en la renovación de sus áreas y el amor por el cultivo

Jorge Luis Merencio Cautín

Guantánamo. Muchos Ricardo Matos Guilarte le urgen al municipio de Maisí y también a Cuba para salir del prolongado atasco en la producción cafetalera. Este campesino de La Ceiba, en Vertientes, logra en los últimos años los mejores rendimientos del país y, según afirma, en la presente zafra debe rondar los 350 quintales de la variedad por caballería, equivalentes a 16 toneladas por caballería.

Foto del autorAún sin concluir la cosecha Ricardo ha entregado mil 920 latas.

En sus 2,68 hectáreas en producción contrató la entrega de mil 500 latas y aún sin concluir su cosecha ha acopiado más de mil 920, de ellas 630 con destino a la producción de semillas para el programa de siembra y resiembra del municipio.

Lejos de cualquier secreto, de cualquier experiencia única, sus resultados se sustentan en dos elementos básicos: la renovación de sus cafetales y el amor por el cultivo, expresado en la atención esmerada y la máxima dedicación a él.

"A mí desde hace muchos años el café me garantiza buena partida económica y el sustento de la familia. Entonces cómo no querer a ese cultivo. Yo dedico horas y horas a atenderlo, a estudiar su comportamiento. No hago nada que no hayan hecho antes los buenos caficultores.

"En mi opinión las principales causas del colosal descenso de las cosechas tienen que ver, al menos aquí en Maisí, con la pobre renovación de las áreas y la prioridad que dan los campesinos a otros renglones que dejan más dinero y son menos trabajosos, como la malanga, el ñame, el frijol.

"Existen otros muchos problemas: la despoblación, la pérdida de cafetales, el daño mecánico a las plantaciones por los excesivos pases en la recogida y la prolongación de las cosechas. También abunda la chapucería en la limpia, la poda, la regulación de sombra, es decir, en las atenciones culturales".

No son pocos los caficultores que argumentan que ahora no reciben la atención estatal de antes, referida a insumos y alimentos.

—Cuando escucho esos criterios, que no dejan de ser ciertos, siempre les digo que recuerden que vivimos otros tiempos, que el país, aunque quisiera, no puede garantizar esos beneficios de antaño, y que para ello lo primero que hay que hacer es producir más café.

¿Qué variedad recomiendas?

—La que poseo mayoritariamente, la Catimor, por sus altos rendimientos. También tengo una pequeña área de Borbón y pruebo una nueva variedad, de la cual se desconoce el nombre con exactitud, al menos en estos predios. Solo te digo que los granos duplican el tamaño del Catimor y de otras variedades comunes en Cuba, y son muy resistentes a los daños del sol.

¿Quiénes son tus recogedores?

—Integran la brigada milenaria de la Cooperativa de Créditos y Ser-vicios Fortalecida José Martí, or-ganización de base a la cual pertenezco. Buena parte de los integrantes son de la familia y mi esposa es la jefa de la brigada. Eso garantiza productividad, calidad en la recolección y cuidado de las plantaciones.

Se puede ser buen cafetalero sin renunciar a otros cultivos.

—Así es. Si bien mi producción fundamental es el café, poseo, además, áreas puras de yuca, ñame y boniato, en las cuales obtengo por igual elevados rendimientos. Para aprovechar bien la tierra, siembro, además, esos renglones entre las carrileras de café en fomento. Así desarrollo el policultivo y produzco más.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

Subir

 

 

ecoestadistica.com