La trovadora cubana Liuba María Hevia confesó hoy
que luego de 30 años de exitosa carrera, todavía siente el miedo del
primer día y le parece como si recién comenzara todo.
"Las edades del rostro y del alma no se ponen de
acuerdo", dijo a Prensa Latina la menuda cantautora, célebre por sus
obras infantiles y por su defensa de géneros como el tango y la
música campesina.
Ese ímpetu creador alimenta un megaconcierto por sus
tres décadas de carrera, que con el sugerente nombre de Tantas Vidas
dedicará el próximo sábado a varios imprescindibles en su
trayectoria.
En particular nombró a la compositora Ada Elba
Pérez, quien le cambió la vida, y a Teresita Fernández, a quien
recuerda como un ser irrepetible, ambas espiritualmente vivas en su
recuerdo.
Con la colaboración de su hermano, el bailarín Pepe
Hevia, este espectáculo tiene una estética más cercana al cine que
al videoclip, con mucha interacción con la danza contemporánea y las
imágenes.
Aseguró que se siente más cómoda con la danza
contemporánea por considerarla más cercana a su música y menos
estática que el estilo clásico e incluso el folclórico.
Tantas Vidas la absorbe actualmente, la proyección
apenas la deja dormir, y tiene pensado incluso la música previa al
concierto, para acompañar además una exposición con carteles
vinculados con su obra.Proveniente del movimiento de artistas
aficionados, Liuba María aprendió que el tiempo pasa a una velocidad
de miedo, y que seguirá haciendo su música mientras tenga algo
válido que decir.
Por lo pronto, ya está en fase de mezclado un disco
que le debía hace años a la guitarra, en el cual dialogará con
grandes de las cuerdas, como Pancho Amat (tres) y Barbarito Torres
(laúd).