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Pago a jubilados
La espera... desespera
Diversas son las dificultades que afectan el
pago a jubilados en el país. Ante el incremento de este grupo
poblacional, las instituciones encargadas de ofrecer el servicio
deben trabajar en eliminar las largas colas, las desfavorables
condiciones para la espera, así como los problemas con los cajeros
automáticos y brindar un mejor servicio
O. Fonticoba Gener,
Javier Macías, Miguel Febles Hernández, Julio Martínez Molina, Jorge
Luis Merencio Cautín y
Yusmary Romero Cruz
Justo a las tres de la madrugada, con la intención de ocupar un
lugar entre los primeros de la cola, llegó Raúl Harpe Surita a una
de las sucursales bancarias ubicadas en el Reparto La Vigía, de la
ciudad de Camagüey.
Algunos
jubilados requieren de ayuda para emplear los cajeros automáticos.
"A esa hora ya había varios ancianos esperando, dijo. El problema
es que si uno se demora un poco, ya a las siete de la mañana hay
cientos de personas aglomeradas y entonces me coge el mediodía para
poder cobrar la chequera".
Con 74 años de edad, Harpe Surita considera que los organismos
implicados deben buscar alternativas para agilizar el pago de las
pensiones de los jubilados, un sector que crece por día ante el
envejecimiento de la población cubana.
En situación similar, pero en la capital, se hallaba Emelina
Aleida F. Rodríguez, jubilada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
(FAR), quien aguardaba su turno para el cobro fuera de la sucursal
286, en el municipio de San Miguel del Padrón:
"La atención de los trabajadores del banco es magnífica, no así
las condiciones en que la población espera para ser atendida. Si
llueve nos mojamos, o sucede como ahora, que el sol raja las
piedras. Debería haber más respeto hacia las personas mayores que
trabajaron y lo dieron todo. ¿Será posible establecer un día para
pagarles a los jubilados exclusivamente, o extender el horario?"
En el mismo sitio, Victoria Castro, de 68 años, muestra
insatisfacción con que el primer día de pago sea el 6, pues el agua
y la electricidad se cobran con anterioridad a esa fecha y los
mandados los necesita adquirir desde el día primero. Además, le
preocupa el gran tamaño de la cola, vive con su esposo enfermo y
debe dejarlo solo para venir a cobrar.
Imagen
tomada antes de las siete de la mañana en la Sucursal 5942 del BPA
en la ciudad de Camagüey.
Las imágenes captadas de estas dos provincias
—desafortunadamente— abundan en todo el país cuando arriba el primer
día de cobro para pensionados. Sucursales bancarias, oficinas de
correos, Casas de Cambio (CADECA), cajeros automáticos... permanecen
abarrotados toda la jornada, sobresaturados de personas y
operaciones por hacer.
En un contexto donde el creciente envejecimiento de la población
resulta uno de los temas más acuciantes para el Gobierno (previsto
en los Lineamientos aprobados en el Sexto Congreso del Partido), se
promueve la mejora de los servicios, y el perfeccionamiento
económico demanda una mayor actividad de casi todos los actores
institucionales, ¿qué alternativas se implementan para dar solución
a situaciones como esta? ¿Tendrán un final (¿feliz?) las largas
esperas?
SISTEMA BANCARIO... MIENTRAS CRECE LA COLA
De acuerdo con la directora de Control del Presupuesto del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Milagros Peñalver
Ortega, actualmente existen un millón 672 mil 568 jubilados y
pensionados de la seguridad social en el país. La cantidad alcanza
proporciones más significativas al tener en cuenta los resultados
del último Censo de Población y Viviendas, según el cual habitan en
la Isla dos millones 41 mil 392 personas de 60 años o más.
Correos
de Cuba también es una opción para el cobro de la jubilación.
A ello se suman las proyecciones del Centro de Estudios de
Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadísticas e
In-formación, que vaticinan, para el 2035, un 33,9 % de la población
total sobre las seis décadas de vida.
Pero, ¿está preparado el sistema bancario cubano para enfrentar
una mayor demanda del servicio de pago a pensionados? ¿Es
satisfactoria su asistencia actual?
Sobre las diez de la mañana del pasado 6 de noviembre, más de 50
personas integraban la cola en el exterior de la sucursal 333 del
Banco Metropolitano (BM) del municipio de Diez de Octubre (el más
envejecido de La Habana, según el último Censo), para cobrar su
retiro.
Maribel González, directora de esa entidad, explicó a Granma
que con cinco cajas, dos cajeros automáticos, un caraván
(contenedor) y una caja de ahorro, esta dependencia atiende a más de
cuatro mil jubilados en un mes, además de su volumen habitual de
operaciones.
Como medidas para agilizar el cobro de los pensionados, González
aludió a la apertura del centro una hora antes de lo usual, con dos
cajas en funciones; la presencia permanente de una especialista en
los cajeros automáticos, el primer día de cobro (en el resto de las
fechas debe requerirse la asistencia en el interior de la sucursal);
y el funcionamiento de una caja "provisional", en dependencia de la
afluencia de público.
A ello se suma que el primer día de pago a los pensionados, la
jornada matutina se dedica exclusivamente a esa actividad y en la
tarde se suman el resto de las actividades.
Las soluciones adoptadas en varias sucursales que Granma
visitó son similares. El Banco Popular de Ahorro en Cienfuegos, por
ejemplo, dispone de unas cinco mil tarjetas entregadas a jubilados y
pensionados de distintos sectores, que agilizan el trabajo en sus
dependencias, lo cual no elimina algún inconveniente con los cajeros
automáticos.
En
las CADECA las condiciones para la espera del servicio no son
diferentes a las de los otros centros de pago.
En la sucursal camagüeyana 5942 del Banco Popular de Ahorro Mario
Martínez Penalba, su director, explica que en la ciudad existen seis
oficinas, cuatro de las cuales poseen horario extendido, de lunes a
sábado, de 8:00 a.m a 7:00 p.m.
"De todas formas, agrega, el primer día del pago a jubilados
constituye una jornada especial para nosotros: no atendemos otro
tipo de operaciones que no sea esa. Aquí mismo hay siete cajas y se
habilitan dos más para tratar de ofrecer un mejor servicio.
"Cuando todo funciona bien, incluido el sistema informático, y el
trabajo se encamina de manera organizada, en dos días queda
concluido prácticamente el pago de los retiros. Este es un sector
muy sensible que merece toda nuestra atención".
Aunque la mayoría de los usuarios expresa su satisfacción
respecto al trato en las sucursales, coinciden en que las largas
esperas y las malas condiciones en que se realizan son los problemas
que más afectan el servicio.
Así confirmaron los guantanameros Ángel Ocaña Beltrán, Mario
Alcides Hernández Barcelay, Carlos Compte Pérez y Guillermo Pérez
Rancoll, jubilados de los sectores de la Cultura, las FAR, Salud
Pública y Agropecuario, respectivamente.
El pasado día 6 todos ellos marcaron en la cola desde las
primeras horas de la mañana en la sucursal bancaria 8621, ubicada en
las calles Calixto García y Emilio Giró. Transcurridas cinco horas,
todavía no habían cobrado.
Los entrevistados ven las causas de estas prolongadas esperas en
la lentitud del servicio que ofrecen los bancos, en la ausencia de
cajeros bancarios (aun existiendo las cajas) y en la indisciplina de
algunos jubilados, quienes no respetan el orden de la cola y marcan
turnos a disímiles personas, provocando el desorden.
Sobre la calidad de los servicios bancarios, el vicepresidente
del Banco Central de Cuba (BCC), Francisco Mayobre Lence, reconoció
en el espacio televisivo de la Mesa Redonda que meses atrás llegó a
un pico extremadamente negativo.
Añadió que ese sistema se halla inmerso en una etapa de
perfeccionamiento que abarca a todas sus instituciones y procesos
principales, priorizando, entre otras cuestiones, la capacitación
del personal y la revisión de la organización.
UN ALICIENTE: CORREOS DE CUBA
En la ciudad de Cienfuegos, el servicio doméstico efectuado por
los carteros a partir del día 5 —una jornada antes del comienzo
oficial del pago en las agencias bancarias y de correo— ha
contribuido a disminuir las aglomeraciones de personas en ambas
instancias.
Diosmedes Victoriano Martínez es un usuario de la oficina de
correos del barrio de Caunao, que se acogió a este sistema. En estos
casos, el ciudadano paga una comisión de 1,50 pesos cubanos a la
unidad a cambio de un servicio cómodo, sin cola y con fecha exacta
cobra en su casa sin problema alguno.
Maritza García y Yakima Cabrera, gestoras de la sucursal de
correos Cienfuegos 2, señalaron que ahí también se estableció un
sistema de trabajo durante esas jornadas, consistente en que una de
las dos ventanillas está dedicada íntegramente al servicio a
jubilados y la otra a las operaciones generales del centro.
En Artemisa, el pago a domicilio también ha sido una alternativa
más en aras de mejorar el servicio. Erick Pérez es uno de los seis
carteros del centro que realiza esas funciones en la capital de la
provincia: "Podemos llevarles la chequera en cada viaje a unas 10,
12, o 15 personas, en dependencia del importe, porque tres mil pesos
es el máximo de dinero que nos pueden dar en cada oportunidad. En la
jornada anterior, por ejemplo, vine unas diez veces a recoger
dinero. Y ya a las seis de la tarde debemos entregar el efectivo o
los cupones como prueba del pago".
"El desglose es otro inconveniente, pues no siempre tenemos el
menudo necesario porque entran muchos billetes de 20 y 50 pesos.
Entonces hay que ir a cambiar al banco y este no nos prioriza, lo
cual atrasa considerablemente el trabajo".
Por otra parte, Sunelys Gutiérrez, jefa de operaciones de la UEB
Correos Artemisa, ubicada en la cabecera provincial, plantea que
"aunque no sucede siempre, hay oportunidades en que se demoran para
traer el dinero".
Al respecto, la jefa del Departamento de Seguridad Social de la
Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social en ese
territorio, Magalys Morales, declaró: "Sí, tenemos conocimiento de
las aglomeraciones en determinados correos porque en ocasiones llega
el dinero el mismo día. Cuando se presentan problemas en alguna
unidad enviamos a los gestores de la seguridad social para evaluar
el comportamiento del pago. Además, el Grupo de la Administración de
la Seguridad Social en la provincia se reúne trimestralmente para
analizar las dificultades presentadas".
Entrevistado por Granma, Mariano Flores López, director
comercial del Grupo Empresarial Correos de Cuba, explicó que esa
institución pretende incrementar el servicio de pago a domicilio y
extender experiencias como la de comenzar el pago un día antes de la
fecha oficial, cuestión que actualmente tramitan con el MTSS.
En su opinión, estas medidas deben redundar en un alivio del
flujo de personas en las oficinas de correos y en una mayor
satisfacción de la población.
Y LOS CAJEROS AUTOMÁTICOS... ¿ALIVIAN LA SITUACIÓN?
Del total de jubilados que existen hoy en la Isla, 320 mil poseen
una tarjeta magnética donde se les deposita su retiro cada mes. Sin
embargo, el uso más común de este dispositivo es la extracción de
dinero sin tener en cuenta, por ejemplo, que puede funcionar como
medio de pago; o para convertir los CUP en CUC, en los propios
cajeros automáticos.
Así pudo comprobar este equipo de reporteros en un recorrido por
diferentes sucursales bancarias del país, donde especialistas y
pensionados refirieron, como tendencia, la extracción total del
efectivo el mismo día de cobro.
Esta situación, comentó a Granma el director general de
Servicios Informáticos del BCC, Alberto Quiñones, genera un "pico"
en las operaciones que se realizan en la red de cajeros automáticos,
sobre todo entre los días 6 y 12 de cada mes, cuando se ejecuta el
pago de nómina y a jubilados.
El panorama se torna más complejo en La Habana, donde radican 1,2
millones de tarjetas magnéticas, de los 1,8 emitidos para los
servicios en general. "Para la cantidad de tarjetas que tenemos,
dijo Quiñones, los cajeros de la capital no dan abasto. En esos días
se triplica y hasta cuadriplica el número de operaciones. Aunque
debe reconocerse que hoy las tarjetas emitidas están por encima de
la capacidad instalada".
En ese sentido, la directora del Instituto Nacional de Asistencia
y Seguridad Social (INASS), Bárbara López Casanova, informó que para
el 2014 el pago a los jubilados se realizará de un modo más
escalonado, en aras de disminuir la aglomeración de personas y
operaciones en las entidades.
Aunque no hay una defininición exacta del escalonamiento, por la
relevancia de este tema, en cuanto exista nos haremos eco de esa
alternativa.
Mientras tanto, el jubilado guantanamero Guillermo Pérez Rancoll
opina que el curso actual del cobro de pensiones cambiará
favorablemente desde el momento en que los jubilados puedan cobrar
en los cajeros automáticos, tecnología recientemente incorporada a
la provincia con la instalación de seis unidades, de ellas cuatro en
la ciudad de Guantánamo y dos en Baracoa.
Marga Ramírez Blanco, directora de la filial guantanamera del
INASS, estima que una vez que el banco facilite ese servicio la
mayoría de los 60 mil jubilados de la provincia accederán a cobrar
su chequera en los cajeros automáticos.
Según explicó el director general de Servicios Informáticos del
BCC, este año se adquirieron 250 cajeros nuevos para la red cubana,
de los cuales solo resta instalar 64. Con ese parque, la cifra
asciende a 498.
Añadió que estas máquinas poseen tecnología china, lo cual
disminuye los problemas que existían con la reposición de piezas de
los antiguos cajeros franceses, cuyo sistema operativo había sido
comprado por Estados Unidos.
Sabemos que la calidad de ese servicio no es eficiente, señaló.
Hoy se trata de disminuir el tiempo de respuesta ante la rotura de
los equipos, que ha descendido de 54 horas como promedio, a 48.
Además, se han instalado dispositivos para el respaldo eléctrico de
gran parte de los cajeros en caso de que falle el fluido; y se
trabaja en adecuar las pantallas de respuesta para que sus mensajes
sean más accesibles.
LA SOLUCIÓN NO ES INALCANZABLE
Eliminar las aglomeraciones de pensionados frente a las
sucursales bancarias, oficinas de correos o cajeros automáticos, es
una labor que requiere de la integración de todos los implicados en
el proceso de pago, ya sea de los que ejecutan esa función
directamente o de los que puedan aportar a la solución del fenómeno
(como los Consejos de Administración).
La cuestión no es solo de horarios, fechas de cobro, soluciones a
dificultades técnicas, incremento de los centros de pago, o mejora
de las condiciones para la espera del servicio; aunque cada uno de
estos factores resulta esencial para la satisfacción de los
clientes.
Se trata, además, de limar cualquier dificultad en la
organización o disciplina de las entidades encargadas de pagar a los
más ancianos; y de buscar alternativas efectivas para perfeccionar
la prestación de servicios, un sector que por años ha visto
disminuida su calidad.
La mejora en el servicio de pago a los jubilados no es un asunto
de mera economía, sino que toca las fibras más sensibles de las
estrategias que el Estado cubano implementa en aras de la calidad de
vida y del bienestar social de este segmento de la población, que en
las próximas dos décadas experimentará un rápido incremento. |