Un grupo de investigadores
británicos ha recibido una subvención de emergencia para rastrear un
gigantesco iceberg en la Antártida que podría entrar en las rutas
marítimas.
Las imágenes del satélite mostraron que un trozo de hielo del
tamaño de Singapur, separado del glaciar de isla Pine, se ha
desplazado a una distancia de más de un kilómetro, según informó la
cadena BBC.
Se van a destinar 800 mil dólares a los investigadores de la
Universidad de Sheffield y la de Southampton para predecir la
dirección en la que se desplazará el objeto por el océano Antártico.
El desprendimiento se registró en julio pasado pero las
temperaturas invernales hicieron que el trozo permaneciese adherido
al continente glacial hasta hace pocos días, según Grant Bigg, el
jefe del grupo.
Según el investigador, el iceberg, de unos 700 kilómetros
cuadrados de extensión, podría llegar al paso de Drake, que separa
América del Sur de las islas Shetland del Sur, y obstaculizar las
rutas frecuentadas de navegación.