Aliet Arzola Lima

La lluvia hizo acto de presencia en la 53 Serie Nacional de Béisbol y retrasó el programa en varias sedes, al mismo tiempo que impidió el normal curso de dos partidos entre Industriales y Las Tunas, conjuntos que probablemente arrastrarán este déficit hasta el final de la contienda, pues el reglamento establece que solo se efectúan choques suspendidos del último día de la subserie si deciden la clasificación y no para definir lugares.

Dainier Moreira ha liderado a los Cocodrilos con su bateo.

En el caso hipotético de que una de estas novenas asegure su puesto en la segunda ronda y no necesite estos desafíos para clasificar, entonces jugaría la fase definitiva con dos pleitos menos en su haber, incluso, si los requiere para entrar entre los cuatro grandes. No creo que a nadie se le ocurra llamar a un equipo ya eliminado para disputar desafíos con otro que está peleando por su boleto semifinalista. De cualquier forma, no hay mucho margen para criticar tal medida, pues fueron los propios mentores quienes la aprobaron.

Del resto del campeonato, destacar el buen comienzo de Matanzas, Santiago de Cuba, Holguín, Artemisa y los propios Azules, impresionantes líderes en pitcheo colectivo con efectividad de 1,55. Los yumurinos han mantenido la estabilidad en cada renglón, los indómitos también se sustentan en un sorprendente pitcheo (2,36 limpias por encuentro), al mismo tiempo que los Sabuesos holguineros han sabido definir los juegos apretados, y los Cazadores han contado con el fino trabajo de sus serpentineros, suficiente para barrer a los Elefantes cienfuegueros.

Mal Villa Clara, barridos por Guantánamo y abandonados por su staff de lanzadores, que aceptó 29 carreras y 39 inatrapables, prueba de que no logran los mismos dividendos fuera de casa, algo evidenciado en la anterior campaña cuando registraron balance negativo de 18 triunfos y 27 descalabros lejos del Sandino.

UN renovador TRAS EL PLATO

Johnny Bench fue un receptor que con solo 20 años, en su temporada de novato (1968), ganó el primero de sus diez Guantes de Oro consecutivos con los Rojos de Cincinnati. Desde entonces ha sido catalogado referente de excelencia defensiva detrás del plato. Era fuerte, ágil y atlético, con un brazo muy potente. Revolucionó la forma en que jugaba la posición, pues recibía la pelota con una sola mano, contrario al método tradicional de atraparla con ambas, lo que ayudaba a colocar su brazo en mejor posición para disparar a las bases cuando fuese necesario. De 1970 a 1979, en 45 juegos de postemporada, los Rojos se robaron 54 bases y fueron atrapados en 17 ocasiones, mientras que sus contrarios solo estafaron seis almohadillas y los prendieron 13 veces, una prueba de que, como diría el propio Bench, podía "sacar out a cualquier ser viviente". (Con información de ESPN)

RÁPIDA:

Siguiendo la estela de las marcas cerradas, el receptor granmense Luis Alberto Ferrales llegó a 100 cuadrangulares frente al diestro Rogelio Quesada. Su primer jonrón lo consiguió el 6 de febrero del 2001 ante el guantanamero Diolvis Sayú, batazo que se llevó las cercas por el jardín derecho del parque Nguyen Van Troi. Después necesitó cinco Series para arribar a 50 y otras ocho para el centenar, según los datos de Yirsandy Rodríguez Hernández.