PARÍS.—
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció hoy ante la UNESCO
los daños ambientales causados por la empresa estadounidense Chevron
en su país y los intentos de la corporación para eludir las
responsabilidades.
Se trata, dijo en forma enérgica el jefe de Estado,
de un desastre ambiental 85 veces mayor que el derrame de la British
Petroleum ocurrido en el golfo de México en 2010.
La Chevron, tercera compañía más grande de Estados
Unidos, fue demandada hace aproximadamente 20 años por comunidades
indígenas afectadas por esa contaminación y un tribunal ecuatoriano
la condenó a pagar 19 mil millones de dólares en compensación por
los perjuicios ocasionados, señaló Correa.
El Presidente explicó que, en lugar de asumir sus
responsabilidades, ese consorcio ha gastado centenares de millones
de dólares en una campaña mundial para desacreditar a la nación
sudamericana.
Además, agregó, la Chevron demandó al Estado
ecuatoriano ante un tribunal de arbitraje de La Haya, con el falso
argumento de que ya hizo la debida limpieza ambiental y amparada en
un Tratado de Protección Recíproca de Inversiones firmado por Quito
con Estados Unidos.
Ese acuerdo se rubricó en 1997 y la empresa dejó el
país en 1992, por lo que no puede aplicarse, afirmó el presidente de
Ecuador.
"En forma inaudita el tribunal arbitral se declaró
competente y, más aún, ordenó detener la sentencia dictada en cortes
ecuatorianas contra Chevron. Es decir, se acabó la soberanía del
país, se acabó la independencia de nuestras cortes", añadió Correa.
De acuerdo con el mandatario, esta es una muestra de
cómo, en un orden mundial tan injusto, el capital tiene más derechos
que los seres humanos.
Correa habló ante los representantes de los 195
países miembros y 8 asociados de la Organización de Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que celebra en esta
capital su XXXVII Conferencia General.
Ante ese auditorio, se refirió a los retos de la paz
en el siglo XXI cuando, además de la ausencia de guerra, se
requieren de la justicia y el desarrollo.
"La insultante opulencia de unos pocos en América
Latina, al lado de la más intolerable pobreza, son también balas
cotidianas en contra de la dignidad humana", expresó el gobernante.
Hizo, asimismo, alusión al poder transformador de la
ciencia y la tecnología y criticó los efectos negativos de la
privatización del conocimiento.
Ante la UNESCO, Correa aseguró que el orden mundial
no sólo es injusto, es inmoral y todo está en función del más
poderoso.
El mandatario realiza una visita oficial a Francia
iniciada la víspera y que ya incluyó encuentros con su homólogo,
François Hollande, el primer ministro, Jean-Marc Ayrault; y los
líderes del Senado, Jean-Pierre Bell; y de la Asamblea Nacional,
Claude Bartolone.