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Actualizado 6:30 p.m. hora local
Reconocen apoyo de Siria en eliminación
de armas químicas
NACIONES UNIDAS.— La coordinadora de la misión
conjunta OPAQ/ONU, Sigrid Kaag, reconoció hoy ante el Consejo de
Seguridad la colaboración recibida del gobierno de Siria en el
proceso para eliminar las armas químicas en ese país árabe.
SIGRID
KAAG, COORDINADORA DE LA MISIÓN CONJUNTA OPAQ/ONU.
Según la experta holandesa, los pasos dados en el
terreno demuestran que pueden alcanzarse los objetivos de
desmantelar para el 30 de junio de 2014 todos esos artefactos, meta
fijada en la labor de la Organización para la Prohibición de Armas
Químicas (OPAQ) y las Naciones Unidas.
A un mes del comienzo de los trabajos de ambas
entidades en Siria, Kaag informó al Consejo de Seguridad sobre las
acciones realizadas, la seguridad del personal que integra la misión
conjunta, los recursos disponibles y las tareas por delante.
El equipo OPAQ/ONU concluyó hace unos días la fase
correspondiente a la inspección de los sitios e instalaciones
entregados por Damasco para la inutilización de medios con
probabilidades de producir sustancias químicas de uso militar.
Al respecto, la coordinadora precisó que el grupo se
alista para la próxima etapa, correspondiente a la destrucción de
las armas, la que será definida en una reunión del Consejo Ejecutivo
de la OPAQ, el 15 de noviembre.
Kaag explicó que el fondo fiduciario creado con el
establecimiento de la misión conjunta cuenta con 10 millones de
dólares, y están en marcha intercambios para evaluar los
requerimientos financieros de cara a sus operaciones futuras.
El 16 de octubre se habilitó el grupo OPAQ/ONU para
eliminar las armas químicas en Siria, a partir de una propuesta del
secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, al Consejo
de Seguridad, después de que este aprobara el pasado 27 de
septiembre una resolución para la destrucción de los citados medios.
Aunque la misión conjunta surgió hace tres semanas,
especialistas de ambos organismos laboran en Siria desde principio
del mes anterior.
La nación árabe vive un conflicto interno que en más
de dos años ha dejado unos 100 mil muertos y alrededor de siete
millones de desplazados internos y externos, como resultado de los
combaten que libran tropas gubernamentales con rebeldes armados y
financiados desde el extranjero.
El escenario se complicó con el tema del uso de las
armas químicas y la amenaza de Estados Unidos de intervenir
militarmente en la crisis, pero una iniciativa rusa -a la que se
sumó Washington- y la decisión de Damasco de incorporarse a la
Convención que prohíbe esos artefactos, evitaron la escalada bélica.
Fruto de ese proceso surgió la resolución del
Consejo de Seguridad del 27 de septiembre, y el comienzo unos días
después del trabajo en el terreno, coordinado entre la OPAQ, la ONU
y el gobierno de Siria. (PL)
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