Más de 22 millones de niños carecen de acceso a
vacunas básicas, una cifra que se ha mantenido estable en los
últimos años, señala un informe de la Organización Mundial de la
Salud (OMS).
Dos o tres millones de menores se salvarían cada año
si fueran vacunados contra la difteria, el tétanos, la tos ferina y
el sarampión.
Por tanto, debe darse prioridad al fortalecimiento
de la vacunación de rutina a nivel mundial, especialmente en los
países que albergan el mayor número de niños no vacunados, señala la
OMS.
Sin embargo, resalta que se requieren esfuerzos
especiales para llegar a los más necesitados, tales como los que
habitan en zonas remotas, en ciudades urbanas desfavorecidas, en los
estados frágiles y regiones asoladas por conflictos.
El documento destaca que si bien la cobertura global
de la vacuna contra la hepatitis B se estima en 79 por ciento, el
inmunógeno contra el Haemophilus influenzae tipo b (Hib), que causa
meningitis y neumonía solo cubre el 45 por ciento. A su vez, la
vacuna neumocócica está cercana al 19 por ciento, y el compuesto
contra el rotavirus tiene una cobertura del 11 por ciento.
La OMS trabaja en el desarrollo de un Plan de Acción
Global de la Vacuna (GVAP), estrategia que pretende lograr un acceso
más equitativo a las vacunas, y con ello evitar millones de decesos.
Además busca mejorar la investigación y perfeccionamiento de nuevos
biológicos.