El informe del Grupo de Trabajo para la Conservación del
Profesionalismo Médico en los Centros de Detención de Seguridad
Nacional concluye que, después del 11 de septiembre, los
profesionales de la salud que trabajan con los servicios militares y
de inteligencia "diseñaron y participaron en tratos crueles,
inhumanos y degradantes, y torturaron a los detenidos", según
publica The Guardian.
En efecto, a los médicos les dijeron que su código ético que
indica en primer lugar "lo primero es no hacer daño" no se aplicaba,
ya que no estaban tratando a personas enfermas.
El informe establece como principales culpables al Departamento
de Defensa y a la CIA, que instó a su personal sanitario a dejar de
lado cualquier escrúpulo en aras de la recopilación de información y
demás prácticas de seguridad que causaron graves daños a los
detenidos, desde el submarino hasta la privación de sueño y la
alimentación forzada.(Russia Today)