Unas 8 mil personas acudieron a la manifestación que se celebró
en el barrio de Liublino, en el sureste de Moscú, con motivo del Día
de la Unidad Nacional. La marcha es una protesta contra la presencia
de inmigrantes de exrepúblicas soviéticas en el país.
Según un comunicado de la entidad, los manifestantes fueron
detenidos por llevar antifaces, gritar consignas nazis, usar
simbología ilegal e infracciones menores del orden público.
Los protestantes reclamaban la introducción de medidas destinadas
a limitar la llegada a Rusia de inmigrantes del Cáucaso y de Asia
Central.
Actos similares tuvieron lugar en otras ciudades rusas y en la
mayoría de ellas trascurrieron sin incidentes, aunque sí hubo
detenciones en algunos casos como el de Volgogrado, donde la policía
detuvo a medio centenar de jóvenes por intentar celebrar una
manifestación no autorizada, según Ria Novosti.
Este acto se desarrolló en un contexto de tensión, apenas tres
semanas después de que estallaran violentas manifestaciones
antinmigración tras la muerte de un joven ruso asesinado por un
azerbaiyano en Biriulevo, un barrio del sur de la capital.