Sigfredo Barros

Afirman reputados especialistas beisboleros que los dos primeros hombres en la alineación de un equipo son los encargados de crearles los problemas iniciales al conjunto rival. Y los tres que les siguen están responsabilizados con terminarlos, llevarlos a vía de hecho remolcando hacia el plato las carreras necesarias para conseguir la victoria.

Antonio Muñoz integró un formidable trío de bateadores junto a Pedro José Rodríguez y Héctor Olivera, padre.

El llamado uno-dos-tres (tercero, cuarto y quinto bates), constituyen el centro de la alineación, un engranaje clave, fundamental, a la hora de valorar las posibilidades de éxito de cualquier selección. Se puede tener el mejor pitcheo del mundo... pero si las anotaciones no llegan al pizarrón todo será en vano.

Asimismo, el primero y segundo bates pueden ser los que más se embasen en la Serie, sin embargo, corren el riesgo de no poder avanzar en las almohadillas si los que vienen detrás no son oportunos, no producen a la hora buena. Ese resultó el gran problema del equipo Camagüey en la anterior campaña: fueron los que menos corredores colocaron en circulación y los que menos impulsaron en posición anotadora. Imposible ganar así.

Características diferentes definen a cada uno de los integrantes del centro de la alineación. Sabido es que el tercero es el más completo, pues debe de ser una combinación de fuerza y poder, de slugging y promedio de embasado, muchas veces con menor cantidad de ponches que de cuadrangulares.

En algunas ocasiones he oído afirmar que no existe diferencia apreciable entre el cuarto y el quinto en el orden al alinear. Error, pues si en un colectivo hay dos peloteros con idéntica fuerza, el cuarto debe ser el de mejor average al bate; el quinto (que casi siempre es el segundo en poder) tiene una función principal, la de proteger a su compañero, obligar a que le lancen al cuarto pues él también tiene posibilidades de sacar una pelota más allá de los límites.

Tríos excelentes han pasado por la pelota cubana en más de medio siglo de Series Nacionales. Imposible olvidar al conformado por Omar Linares, Luis Giraldo Casanova y Lázaro Madera en los años de gloria del equipo Vegueros, ni al de los temibles Azucareros con Antonio Muñoz, Pedro José Rodríguez y Héctor Olivera padre.

Ahora, con la edición 53 de nuestro clásico beisbolero en marcha, también hay temibles uno-dos-tres, con el de Industriales a la cabeza por su rendimiento histórico y la inclusión este año del espirituano Yulieski Gourriel. Santiago de Cuba y Pinar del Río no pueden dejar de ser mencionados. La tabla estadística que acompaña este trabajo los sacará de dudas.

  MEJORES TRÍOS

Resultados de ayer en la serie nacional