En
el curso académico 2011-2012 en EE.UU. se registraron alrededor de
1,2 millones de estudiantes sin techo, es decir, niños y
adolescentes de familias que habían perdido sus propios hogares.
Esta cifra marcó un récord, mostrando la tasa 72 % más alta que en
los años previos a la crisis, según el Centro Nacional de Educación
para Niños y Jóvenes sin Hogar.
La situación real es probablemente peor que las estadísticas
oficiales. Además, según Bárbara Duffield, Directora de Políticas
del Centro, algunos padres sin hogar temen que los servicios
sociales les quitarán a sus hijos.
En la escuela superior más de 58 mil estudiantes en sus
solicitudes de becas indicaron que no tenían donde vivir. Estas
estadísticas también podrían ser incompletas, ya que muchas familias
no están dispuestas a reconocerse como necesitadas.