Carlos Cortés, asesor técnico principal del Proyecto Fondo
Mundial del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) en Cuba, ponderó el programa que se aplica en el archipiélago
para el control de la tuberculosis (TB).
El funcionario significó que la nación antillana por más de 50
años ha mantenido una vigilancia sostenida de esa enfermedad y tiene
uno de los índices más bajos de prevalencia e incidencia en el
hemisferio occidental.
Resaltó Cortés que ello ha sido posible gracias al sistema
nacional de salud que incluye el tratamiento de calidad y
seguimiento epidemiológico desde la atención primaria.
En Cuba no constituye un problema de salud porque la población
afectada por esa dolencia es mínima; sin embargo, de conjunto con el
Ministerio de Salud Pública el PNUD trabaja para que esas personas
reciban el mejor tratamiento posible, aseveró Cortés.
El funcionario disertó acerca del tema en el XX Congreso
Latinoamericano de Farmacología y Terapéutica, que concluyó en el
Palacio de Convenciones de La Habana, con la participación de 800
delegados de unas 40 naciones. (AIN)