A un año del huracán Sandy

Por un Santiago de Cuba más bello y ordenado

Eduardo Palomares Calderón

SANTIAGO DE CUBA.— El programa de ejecución de viviendas emprendido en Santiago de Cuba para aliviar la tensa situación generada por el huracán Sandy en el fondo habitacional, se intensifica actualmente mediante la implementación de diversos sistemas constructivos.

Concluido el primer nivel del sistema Forsa, el segundo permanece con el molde de formaletas empleado en la fundición del hormigón, y en el tercero se adelanta la malla de refuerzo.

Visto de manera integral, se trata de la edificación de 29 mil 400 viviendas en alrededor de ocho años, destinadas a resolver los 15 mil 889 derrumbes totales causados por el ciclón el 25 de octubre del 2012, así como las necesidades existentes en los barrios precarios de la urbe, que en general demandará el 90 % de esos inmuebles.

Como parte de la recuperación esta será la tarea que más tiempo requerirá, pues tan alta cifra implica en primer lugar la creación de las capacidades constructivas pertinentes, mediante una fuerte inversión en la industria de materiales, que aprobada por el país, duplicaría en breve los niveles productivos actuales.

A ello se une el desarrollo de un minucioso proceso de microlocalización y definición de decenas de asentamientos, lo cual impone un amplio movimiento de tierra, así como la conformación de numerosas brigadas con el equipamiento correspondiente y debidamente capacitadas.

Junto a otras familias que perdieron sus casas, Maritza Vidal recibió su nuevo apartamento.

En igual sentido, el programa ha demandado de proyectistas y urbanistas la búsqueda de diseños más agradables, a través de la modificación de las fachadas de edificios tradicionalmente vistos como "cajones", y de la combinación dentro de una misma área de varias de las tecnologías previstas a aplicar.

Así, desechando la dañina rutina de crear grandes repartos monótonos, donde todos los edificios son iguales, la estrategia responde a la indicación del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro, de edificar una ciudad cada vez más bella, higiénica, ordenada y disciplinada.

EL DESPEGUE DEL PROGRAMA

El amplio movimiento constructivo que se advierte en diferentes sitios del reparto Abel Santamaría avizora que en dos o tres años podrá convertirse en el centro urbano más bonito de Santiago de Cuba, ya que a sus habituales edificaciones Gran Panel se incorporan decenas con las tecnologías Vhicoa, Forsa, y las conocidas Petrocasas.

"El Abel es un buen ejemplo —destaca el arquitecto Adonis Núñez Fonseca, director del Grupo Empresarial de la Construcción y delegado del Ministerio de la Construcción en la provincia—, pero esa heterogeneidad estará en di-versos ámbitos de la Ciudad Heroica, donde las obras se advierten en movimientos de tierra, cimentación o estructura.

Según el directivo, toda esa preparación y la organización exigida en el proceso inversionista es la base donde ha de sustentarse el objetivo de alcanzar, apartir del 2015, un ritmo superior a las 4 000 viviendas terminadas por año.

En el caso del Vhicoa, en una primera etapa serán ejecutados 50 edificios de cinco niveles y 20 apartamentos cada uno, mientras que en el molde Forsa se levantan actualmente ocho edificios de 20 ó 30 apartamentos por constructores santiagueros, de Granma, el Ministerio del Interior, y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Ecuador.

Adecuados a la Normas Cubanas de resistencia frente a fenómenos naturales, estos sistemas resaltan indistintamente por el racional empleo de hormigón en la cimentación, el rápido montaje de toda la estructura, las variantes admitidas en los entrepisos, la solidez del inmueble, y su exquisita terminación.

Otro amplio empleo está reservado al sistema prefabricado Gran Panel, cuya mejorada planta podrá incrementar paulatinamente la cifra de 300 apartamentos que entregará este año. A su solidez y productividad, los proyectistas adicionan cambios que los hacen más agradables a la vista.

Las restantes tecnologías corresponden a las Petrocasas y Titan Steel (Cometal) de probada resistencia, ambas frente al huracán Sandy, diseñadas ahora en biplantas de cuatro apartamentos y triplantas con seis, respectivamente, y finalmente el método tradicional bloque a bloque y el modelo Sandino.

Beneficiadas con los primeros resultados del programa, 40 familias a quienes Sandy destrozó sus moradas recibieron igual número de apartamentos en áreas de lo que fuera el cine Duplex, del Dis-trito José Martí. Con la sonrisa en el rostro y una amapola en el pelo, Maritza Vidal Hechavarría, resplandece de felicidad.

"Gracias a la Revolución ya tenemos estos buenos apartamentos, como el que también le dieron a mi hija con la transformación del edificio de la Empresa de Proyectos del Azúcar. Sé que faltan muchas familias, pero se están construyendo edificios, pues como dijo Raúl: nadie quedará desamparado".

PRIORIDADES Y FACILIDADES

Al decir del director provincial de la Vivienda, Licenciado Alfredo Torres Díaz, especial atención y mayor prioridad seguirán recibiendo aquellas familias que con el huracán lo perdieron todo.

Para quienes pudieran crear una solución temporal de alojamiento en su propio terreno, está concebido un módulo de materiales que se adquiere por 12,50 pesos, mientras que los residentes en segundos niveles o donde hubo deslizamientos de tierra permanecen albergados en edificaciones estatales.

En esas circunstancias, dormitorios del Tecnológico Julius Fucik, acogen a más de 200 personas (incluyendo 36 niños) de 46 familias, quienes tienen a su servicio una doctora y su enfermera, la maestra del programa Educa a tu hijo, el profesor de educación física para el círculo de abuelos, y una tienda de Comercio Interior.

"El huracán se llevó nuestras casas —explica la presidenta del consejo de vecinos, Yeny Coca Campillo—, pero no hemos dormido ni un día en la calle, pues el Estado acondicionó estos locales, donde si bien no tenemos todas las comodidades, sabemos que más temprano que tarde recibiremos las nuevas viviendas".

La inmensa mayoría de los casos con derrumbes totales están acogidos al ambicioso programa estatal, pero quienes puedan construir donde sea factible con esfuerzo propio recibirán los materiales para viviendas convencionales bonificados al 50 % del valor existente en los puntos de Comercio Interior.

Debe recordarse la flexibilización concedida como parte de las medidas del Gobierno Revolucionario, en el otorgamiento de créditos, donde se aplica una tasa de interés menor a la anteriormente establecida, la cual es asumida por el Estado, a la vez que los subsidios abarcan, tanto el financiamiento de materiales como de la mano de obra, y conceden prioridad a los damnificados más vulnerables.

Concebido minuciosamente, a tono con su alcance estratégico, tan importante programa es controlado sistemáticamente por el gobierno central, que ha depositado en los santiagueros la confianza en que lo materializarán.

 

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