El Iraq “salvado” por EE.UU.

ELSON CONCEPCIÓN PÉREZ

Ahora estallan los coches-bomba. Mueren los fieles que asisten a las mezquitas. Los comercios y otros lugares de gran afluencia de público son escogidos por quienes, unas veces en nombre de uno u otro grupo confesional y en otras usando la mayor de las irracionalidades, exacerbada por la invasión y ocupación extranjera, mantienen a Iraq en un verdadero caos letal.

FOTO: AFP.La violencia se ha disparado en el país desde la ocupación estadounidense.

Ese es el Iraq "salvado" por Washington. El masacrado, mutilado, destruido. Envenenado con uranio como para que muchas otras generaciones conozcan y sufran lo que fue la invasión y ocupación.

Ya no se habla o se escribe por los grandes medios sobre la vida de aquel hombre, conocido en el argot de la inteligencia norteamericana y británica como "Curvebal", pero que en realidad es un iraquí llamado Rafid Ahmed Alwan, quien confesó que "todos los datos brindados por él sobre la existencia de armas de exterminio masivo en Iraq y los vínculos del antiguo Gobierno de Sadam Hussein con Al Qaeda eran totalmente falsos".

Reconocer esa verdad no es noticia, cuando se sabe que Estados Unidos conocía por sus propias fuentes que ni Bagdad tenía esas armas ni su Gobierno tenía relación alguna con la red terrorista.

Pero aun así lanzó sus ataques contra la nación árabe que, según algunas fuentes, costaron un millón 455 mil 590 víctimas y la destrucción de un país patrimonio de una cultura milenaria.

También se cuenta, según datos del Pentágono, con unos 4 488 norteamericanos muertos allí durante la ocupación, aunque nada se dice de los cientos que regresaron a sus casas enajenados, frustrados, y que algunos de ellos optaron por suicidarse.

Esas cifras mortales varían, entre otras cosas, porque aún mueren por decenas aquellos —niños fundamentalmente— nacidos con malformaciones o que padecen enfermedades cancerígenas debido al uranio empobrecido lanzado por miles de toneladas en misiles y bombas que cayeron sobre la población civil iraquí.

Esas pudieran ser las realidades que encabecen una inconclusa lista de lo que ha dejado Estados Unidos en Iraq.

Solo en el año 2012 sumaron 4 571 los civiles muertos, en su mayoría a causa de los enfrentamientos étnicos, lo que evidencia el caos dejado por quienes se proclamaron "salvadores" del orden y la estabilidad en esa nación.

Otro resultado de las acciones bélicas norteamericanas es que 2,7 millones de iraquíes se han visto obligados a abandonar sus hogares —la mitad quedaron refugiados fuera de Iraq—, mientras que otros han huido de sus casas pero permanecen en el país.

La ocupación militar foránea al destruir la infraestructura productiva de la nación ha conllevado a una tasa de desempleo entre el 10 y el 22 % de la población laboralmente activa, mientras que hoy en día un 23 % de los habitantes pasa hambre, de acuerdo con un informe de Naciones Unidas sobre Desarrollo Humano.

Aunque el 90 % de los niños comienza la educación primaria, solo la acaba el 40 %. El 30 % de las mujeres de entre 15 y 25 años son analfabetas.

La mortalidad infantil en niños menores de cinco años es de 37 por cada mil nacidos vivos y la esperanza de vida es de 69 años.

Un hogar promedio recibe ahora solo ocho horas de electricidad al día y se constata que las pérdidas de distribución eléctrica son las más altas del Medio Oriente, y esto se debe principalmente a los daños sufridos durante la guerra.

Lo que sí han tratado de garantizar por todas las vías, tanto los ocupantes como las transnacionales petroleras, es la producción de crudo, que ya su-pera los tres millones de barriles diarios y que significa el 95 % de la entrada de divisas que, si no existiera la corrupción generalizada, pudiera ser una buena inversión para al me-nos llevar los indicadores de salud, alimentación y educación a los existentes antes de la invasión del 2003.

Hoy en día, el conflicto sectario entre chiítas y sunitas genera una violencia jamás vista en una población que ahora sí conoce de la existencia de Al Qaeda y que se disputa cuotas de poder entre un 60 % de chiítas, un 20 de sunitas y un 20 % de kurdos.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

Subir

 

 

ecoestadistica.com