Ante
la mirada curiosa de los habitantes de esta ciudad, comienza a tomar
forma una nueva edificación denominada La casa insólita, en la que
los visitantes podrán apreciar extravagantes fenómenos que desafían
las leyes de la gravedad.
La extraña manera en que se erige el inmueble
anuncia algunas de las singularidades que tendrá en sus cinco
cámaras interiores, entre ellas la mesa de billar inclinada, el agua
que sube por su propio peso, la ola que nunca cae, péndulos que
reposan inclinados y un asiento del cual el visitante no podrá
levantarse sin ayuda.
El proyecto no utiliza tecnologías de última
generación sino que se basa en la aplicación ingeniosa de
experimentos físicos para crear ilusiones ópticas y de otros tipos,
explicó a la AIN Domingo Alás, arquitecto a cargo del diseño del
edificio.
Para conformar el insólito inmueble, Alás consultó a
varios expertos del territorio y de Cuba y dejó abierta la
posibilidad para incluir otros artefactos y ensayos científicos que
pudieran sugerir visitantes e incluso estudiantes del IPVCE Luis
Urquiza Jorge, cercano al lugar.
El proyecto incluye un espacio para las
presentaciones de compañías e intérpretes de la magia, una
manifestación de las artes escénicas que en Las Tunas cada año, en
el mes de noviembre, convoca a su evento más importante en el país,
el Festival Ánfora.
Nada de lo que ocurre en la casa es mágico-aseguró
Alás-sino que tiene el objetivo de contribuir a la divulgación de la
ciencia y despertar el interés por la Física mediante una forma
amena y divertida.
La casa insólita no es el primer proyecto en el que
el arquitecto nacido en Santiago de Cuba y residente en Las Tunas
utiliza experimentos físicos para crear ilusiones visuales; de su
autoría son los monumentos solares Plaza Martiana (Las Tunas) y
Memorial Caimito de Hanábana (Matanzas), dedicados a José Martí.