Por el elevado número
de personas que en nuestro país consumen el medicamento
carbamazepina, que se emplea para varios tipos de tratamientos
médicos, se consumen aproximadamente 5,7 millones de tabletas
mensuales, lo que equivale a más de 68 millones de tabletas al año.
Desde el mes de julio hasta la fecha se han distribuido en el país
más de 19 millones de tabletas, que al estar por debajo de la
demanda habitual han sido insuficientes para cubrir las necesidades
de todos los pacientes que la necesitan.
La producción de medicamentos es un proceso complejo de lograr,
pues es una mezcla armónica de múltiples elementos en una tableta,
como es el caso de la carbamazepina, para que cada uno de ellos
logre que el medicamento sea asimilado por el organismo de la forma
adecuada, en el tiempo adecuado y con el efecto adecuado, parámetros
que en ocasiones se ven afectados por variaciones en las
características de las materias primas que recibimos de los
proveedores, en cuyo caso se requiere de investigaciones para
determinar si la materia prima es aceptable y si con modificaciones
dentro de los límites permitidos, un ajuste en el proceso puede
aprobar su uso o es necesario rechazarla y reclamar al proveedor.
Teniendo en cuenta que nuestras materias primas provienen en
muchos casos de China, India o Europa, se comprende que cualquier
reclamación de este tipo implica un retraso en la disponibilidad de
esa materia prima, cuyo costo es de millones de dólares y sus
condiciones de transportación y almacenamiento especiales.
La producción de medicamentos en el mundo entero y por supuesto
en Cuba está estrictamente regulada y nuestra autoridad regulatoria,
celosa de la custodia de la salud de nuestro pueblo y por lo tanto
de la calidad de los medicamentos, establece numerosos parámetros
que deben cumplir los medicamentos, incluyendo para el caso de las
tabletas, el color exacto registrado, la homogeneidad de este color,
el olor del medicamento, la dureza de la tableta y otros que, aunque
aparentemente y en muchos casos no afecta el efecto del medicamento,
no se pueden suministrar a la población, bajo el estricto principio
de que la calidad del medicamento que consume nuestro pueblo es la
premisa esencial y "regla de oro" tanto de la industria como de la
autoridad regulatoria cubana.
En el caso de la carbamazepina, se han unido varios de estos
aspectos relacionados con determinadas características químicas de
las materias primas recibidas de dos proveedores diferentes, que
modifican el tiempo de disolución de las tabletas y algunos otros
elementos de propiedades aparentes del producto terminado, que
aunque definitivamente no afectan su funcionamiento, no cumplen
cabalmente con las características aprobadas y por lo tanto no se ha
autorizado su distribución.
La industria y las autoridades regulatorias trabajan intensamente
en la investigación, aclaración y/o solución de cada uno de estos
aspectos para poder liberar las cantidades suficientes de
carbamazepina que puedan satisfacer completamente la tan sentida
necesidad de este producto que tiene nuestra población.
Esta dificultad transitoria está en vías de solución y en las
próximas semanas se comenzará a normalizar la distribución.
OSDE BioCubaFarma