Actualizado 7:30 p.m. hora local
Apoya Siria trabajo de la misión
conjunta OPAQ/ONU
DAMASCO.—.
El gobierno de Siria ha cooperado plenamente, apoyando el trabajo de
la misión conjunta OPAQ/ONU para el desarme químico del país,
aseguró Sigfrid Kaag, responsable del equipo internacional de
expertos que trabaja en el país.
La colaboración de Damasco con la Organización para
la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y las Naciones Unidas
(ONU), está en correspondencia con los compromisos que asumió al
ratificar la Convención sobre las armas químicas, agregó.
Kaag también reveló que su grupo de trabajo mantuvo
reuniones "muy positivas" al más alto nivel con el gobierno sirio.
Hay una cooperación muy cercana entre Siria y la
OPAQ/ONU, constante, en pos de "un objetivo común", dijo Kaag a la
prensa después de reunirse con funcionarios del Ministerio de
Relaciones Exteriores sirio.
Permítanme agradecer al gobierno de Siria por su
ayuda y expresar mi gratitud al pueblo sirio por su cálida
bienvenida, agregó
No obstante, reconoció la funcionaria, los plazos
para el desarme químico completo son un desafío a superar.
Sigfrid Kaag, quien arribó la víspera a Damasco
procedente de El Líbano, recordó que fue nombrada para asegurar la
aplicación del programa de destrucción (de armas químicas), tal como
fue acordado por el gobierno sirio.
Hasta el momento, los expertos de la OPAQ han
inspeccionado 17 sitios en Siria.
En 14 de ellos los inspectores trabajaron en la
destrucción de equipos clave, con el propósito de volver inoperables
las instalaciones.
El equipo conjunto de expertos de la OPAQ y la ONU
arribó a principies de este mes a Siria para implementar el
cumplimiento de la resolución 2118 del Consejo de Seguridad, que
ordena la destrucción del arsenal químico sirio para mediados del
2014.
Esa iniciativa diplomática lanzada por Rusia, previo
acuerdo con Damasco, frenó los intentos estadounidenses de atacar
militarmente a Siria tomando como pretexto el supuesto uso por el
Gobierno de esas armas contra la población de Ghouta oriental.
Informaciones recopiladas por Siria y Rusia, así
como por periodistas internacionales, pusieron en evidencia que la
autoría de ese empleo de químicos tóxicos fue una operación de los
grupos de extremistas islámicos que, con el apoyo de Estados Unidos
y Arabia Saudita, entre otras naciones, pretenden derrocar el
gobierno del presidente Bashar al-Assad.