Los hogares griegos sufrieron una drástica reducción
de sus ingresos durante el segundo trimestre de 2013 a raíz de la
caída de salarios y prestaciones sociales, según refleja el informe
presentado hoy por la Agencia griega de Estadísticas (Elstat).
Las políticas de austeridad siguen mermando a un
fuerte ritmo las rentas familiares, sin que ello repercuta en modo
alguno en la reactivación económica del país, pues el abrupto
descenso de los sueldos entre abril y junio se vio acompañado de un
aumento del desempleo.
Según los datos ofrecidos por Elstat, los
asalariados sufrieron en ese periodo una reducción del 13,9 por
ciento en sus haberes, al mismo tiempo que las prestaciones sociales
recibidas en sus hogares fueron recortadas un 12,4 por ciento.
A nivel doméstico eso supuso la pérdida de 3,1 mil
millones de euros con respecto al mismo período de 2012, lo que
significa una reducción del 9,3 por ciento, y una caída del 8,7 en
la tasa de ahorro o renta disponible bruta.
Como resultado lógico, también el consumo privado
sufrió un retroceso del 7,6 por ciento, pasando de 35,4 mil millones
de euros a 32,7 mil millones.
A nivel estatal los beneficios sociales se
recortaron de manera general en un 29,4 por ciento, en comparación
con las cifras alcanzadas en el segundo trimestre del pasado año,
mientras que la cifra global destinada a la remuneración de los
trabajadores por cuenta ajena lo hizo en un 16,5 por ciento, en
relación con el mismo período de 2012.
El agravamiento de la situación de las economías
domésticas acarreó el aumento de la morosidad fiscal, por lo que los
ingresos totales de las administraciones públicas bajaron en dos mil
millones de euros durante los períodos comparados.
Curiosamente, el recorte en la partida social no se
vio acompañado por medidas similares en el resto de partidas, pues
de modo general el gasto público aumentó en algo más de ocho mil
millones de euros.