Esta
vez se trata de la segunda huelga general de toda la comunidad
educativa. Estudiantes, profesores y padres salen para rechazar la
reforma y los recortes del ejecutivo, que alcanzan casi los 6.500
millones de euros, porque las políticas del Gobierno, dicen, tratan
de acabar con la escuela pública de calidad.
"Nosotros hemos pedido por activa y por pasiva la
dimisión del ministro de Educación porque entendemos que no es un
interlocutor válido, es una persona que se ha cerrado a cualquier
atisbo de poder hablar", expresa Jesús María Sánchez, el presidente
de CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres
de Alumnos).
Por su parte, Ana García, secretaria general del
Sindicato de Estudiantes, opina: "El PP dice que es mentira que haya
estudiantes que se vayan a ver expulsados de la educación por no
tener dinero. Que diga lo que quiera, porque la realidad del día a
día de los jóvenes con menos recursos es que tenemos un camino de
piedras para poder estudiar y que ya estamos siendo expulsados del
sistema educativo o forzados a tener unas condiciones degradadas".
Más alumnos por clase y menos profesores. En Madrid,
por ejemplo, según los sindicatos, hay 500 docentes menos y 5.000
estudiantes más en la educación primaria y secundaria. Debido al
aumento de las tasas universitarias, el año pasado 30.000 alumnos no
podían pagar sus cuotas, a lo que se sumaron las reducciones en las
becas de libros o de comedor.
"Y eso tiene un objetivo muy claro que es todo el
dinero que se destina a la escuela pública destinarlo a otras cosas
que para el PP son más importantes", opina Ana García.
Mientras el Gobierno dice que la nueva ley pretende
disminuir el abandono escolar y mejorar los resultados académicos,
para algunos profesores se trata más de un modelo ideológico que de
una mejora educativa. "Como filósofo estoy muy afectado, porque
puede desaparecer entre un 50 y un 75 % de la plantilla de
filosofía. Ha perdido un curso entero en la LOMCE, y tenemos que ver
qué efectos tienen. La filosofía es pensamiento, es crítica y no
quieren que hagamos eso, eso es lo que más me afecta", dice Antonio
Chazarra, profesor de filosofía.
A la LOMCE aún le queda pasar por el Senado y volver
al Congreso. Y si no hay marcha atrás, que no está previsto, los
estudiantes advierten: "Si con esta huelga no es suficiente,
llamaremos de nuevo a toda la comunidad educativa a no un día de
huelga, sino a 2 o 3 días de huelga, esa es la respuesta que en las
calles vamos a dar al PP". Y mientras se pronuncian sobre esta
medida, continúan recogiendo firmas en la calle. Llevan ya un
millón, y prevén doblar el número. Una consulta popular en la que
prácticamente el 99 % de los que han participado dicen 'no' al
Gobierno.