Es por ello que el Ejecutivo liderado por el presidente Nicolás
Maduro se ha propuesto arrancar de raíz ese mal social, exacerbado
por el modelo económico dependiente que se edificó a lo largo del
siglo pasado sobre unas inmensas reservas de petróleo.
El propio mandatario solicitó al Parlamento hace dos semanas una
Ley Habi-litante que le otorgue poderes especiales, "para
profundizar, acelerar y dar la batalla a fondo por una nueva ética
política, por una nueva vida republicana y por una nueva sociedad".
Al solicitarla destacó que "si la corrupción sigue perpetuándose
no habrá socialismo porque no puede desarrollarse con estos
antivalores". De esta forma, el Gobernante consideró que la Ley
Habilitante "es un acto crucial, de vida o muerte, para hacer
irreversible la vía venezolana al socialismo".
Maduro también subrayó la necesidad de activar este mecanismo
constitucional para combatir la guerra económica orquestada por la
derecha para desestabilizar el Gobierno.
El mandatario recordó que el líder bolivariano, Hugo Chávez, usó
poderes especiales "para generar políticas públicas destinadas a
defender al pueblo", al tiempo que resaltó que este instrumento
puede transformar el país.
Efectivamente, no es la primera vez que en Venezuela se solicita
una Habilitante. A Chávez le fue concedida en cuatro oportunidades.
En 1999 fue aprobada la primera, que le permitió sancionar 53
decretos de ley para mejorar la economía del país. Fue cuando se
creó el Fondo Único Social, se reformó parcialmente el decreto del
Fondo de Inversión para la Estabilización Macroeconómica, fue
aprobada la Ley Orgánica del Régimen Presupuestario y la Ley de
Crédito para el sector Agrícola. Entre el 2000 y el 2010 también le
fueron otorgados poderes especiales al entonces presidente.
Una muestra de que el Gobierno venezolano va en serio en su
cruzada contra los delitos en el sector público sin miramientos de
partidos políticos, es el proceso contra Edgardo Parra, alcalde de
la ciudad de Valencia, capital del estado de Carabobo, y miembro del
gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela. De acuerdo con la
Fiscalía, Parra está siendo investigado tras una denuncia acerca de
la existencia de irregularidades entre la alcaldía de Valencia en
los contratos con cooperativas.
El ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres, destacó que
con el caso de Parra se demuestra "la voluntad del presidente en
abrir una lucha frontal contra la corrupción, indiferentemente del
color, sea de cuello amarillo o de cuello rojo rojito".
Contradictoriamente, la oposición recalcitrante que tanto
denuncia los casos de corrupción en los medios de comunicación bajo
su mando, ha abierto una guerra frontal contra las intenciones del
Gobierno bolivariano de resolver de una vez por todas esa situación.
El proyecto de ley es analizado actualmente en la Asamblea
Nacional (AN), cumpliendo su segundo paso, luego de ser propuesto
por el mandatario. Acorde con la Constitución venezolana, después
que la junta directiva de la AN determina si el proyecto de ley
cumple con los requisitos, procede a distribuirlo entre los
diputados para su discusión en plenaria. Los parlamentarios debaten,
por ejemplo, para qué y por cuánto tiempo se habilita al presidente
de la República para legislar por decreto.
El tercer paso se efectúa después de haber sido aprobado en
primera discusión, y es cuando la Habilitante es remitida a la
Comisión Especial para que la misma analice la normativa y elabore
un informe.
Dentro de los diez días siguientes se debe efectuar la segunda
discusión del proyecto. El Artículo 215 de la Constitución establece
que una vez que sea aprobada la ley en su segunda discusión, la pasa
al Ejecutivo para su promulgación y publicación en la Gaceta
Oficial.
La Habilitante es una herramienta jurídica de rango
constitucional que faculta al Presidente a dictar Decretos con
Rango, Valor y Fuerza de Ley sobre las materias que estime
pertinentes de acuerdo con las necesidades y emergencias del país.
Es una Ley sancionada por la AN en las condiciones establecidas
por la Constitución, por lo que debe cumplir con los procesos
formales inherentes a la elaboración de una Ley, según reza el
Artículo 203 de la Carta Magna.
Sin embargo, para ser aprobada necesita de las tres quintas
partes de los asambleístas, o sea, 99 de los 165 asientos que hay en
el Parlamento, donde 98 forman parte de la coalición gubernamental.
Por lo pronto, queda en manos de los diputados avanzar en la
lucha contra los males sociales en Venezuela y romper con el ciclo
vicioso de la corrupción.