La
directora de la Escuela Nacional de Ballet de Cuba (ENB), sRamona de
Saá Bello, encomió hoy la labor pedagógica de la institución
antillana en Sudáfrica, país donde mantiene un intercambio cultural
importante.
Llegamos aquí invitados por la compañía del Joburg
Ballet Theatre (JBT), y hemos sostenido un amplio contacto
profesional con maestros sudafricanos, comentó la destacada maitre
en diálogo con Prensa Latina.
Asimismo impartimos clases en un nuevo proyecto para
niños de entre siete y 12 años, un programa que observo muy
interesante y con mucho potencial futuro para desarrollar, apuntó la
también coreógrafa y repertorista con múltiples premios
internacionales.
De Saá Bello aseguró que están en el camino de
obtener mayores y más positivos resultados, contamos con un gran
nivel técnico en esta compañía sudafricana, en la cual se destacan
los bailarines cubanos por la virilidad que muestran en escenario,
dijo.
Ramona de Saá es una de las figuras más notables de
la pedagogía de la danza en el mundo contemporáneo, forjadora del
actual sistema de enseñanza en Cuba, además de profesora del
Instituto Superior de Arte, en la isla caribeña.
De visita igualmente en Johannesburgo está la
profesora Elena Cangas, natural de la provincia cubana de Villa
Clara y quien aseguró que en Sudáfrica existe una gran base infantil
para el aprendizaje de la danza clásica.
Aquí los infantes tienen una facilidad especial para
aprender. Son niños con gran disciplina, muy inteligentes, niños
musicales podríamos decir, a pesar de ser muy pequeños -siete a 12
años- se concentran y captan muy bien las materias, subrayó.
La Escuela de Ballet de Cuba y el Joburg Ballet
Theatre -dirigido por el renombrado promotor cultural Dirk
Badenhorst- echaron a rodar desde 2012 un ambicioso proyecto para
hacer llegar el refinado arte hasta niños sudafricanos de escasos
recursos económicos.
De Saá ha sido galardonada en Cuba con la Medalla
Alejo Carpentier, el Premio Nacional de Enseñanza Artística, y el
Premio Nacional de Danza. En el extranjero con el Premio Vignale
Danza, Italia, y el Diploma del Ballet Nina Novak, de Caracas,
Venezuela, entre otros laureles.
La Escuela Nacional de Ballet de Cuba, la
institución de su tipo mayor en el mundo, ha colaborado profesional
y pedagógicamente con colegios análogos en Angola, Argentina,
Bulgaria, Bolivia, Brasil, Ecuador, Italia, México, Nicaragua, Perú,
la antigua Unión Soviética, España y Venezuela.
Como parte del intercambio cultural entre Cuba y el
JBT se encuentran destacados en Sudáfrica otros notables bailarines
de la nación antillana como el también profesor Luis de Castro,
Claudia Monja, Ramiro Samón, Javier Monier, y Randolf Figueredo.
Badenhorst y el gerente de relaciones públicas del
Joburg Ballet, Lindsay McDonald, expresaron agradecimiento y
admiración por la labor de los maestros cubanos en el país austral,
un intercambio que comenzó en el año 2009.
La directora De Saá recordó que este programa de
cooperación entre dos países a 13 mil kilómetros de distancia ha
recibido el impulso y patrocinio además del Ministerio de Cultura de
Cuba y el Centro Nacional de Escuelas de Arte, en La Habana.
La escuela cubana mantiene un elevado prestigio
universal y ha marcado pautas internacionales en el ballet clásico,
pues en ella se han formado leyendas de la danza como Alicia Alonso,
Fernando Alonso o Ramiro Guerra.