GUANTÁNAMO.— El incremento de la calidad de los suelos, los
rendimientos agrícolas, la producción, la fuerza de trabajo, los
ingresos personales y la reforestación, constituyen impactos
favorables de los polígonos de conservación y mejoramiento de
suelos, aguas y bosques, en ejecución en esta provincia.
En este oriental territorio se crean dos de esas áreas
demostrativas, una en la Coo-perativa de Créditos y Servicios
Fortalecida Mariana Grajales (en Tumbalabana, con ex-tensión a la
CCSF Enrique Campos, en Malabé), y la otra en la Unidad Básica de
Producción Cooperativa (UBPC) Máximo Gómez Cala, ubicada en la
comunidad yaterana de Arenal, en la cuenca del río Toa.
En el primero de esos polígonos, por ejemplo, crecieron los
rendimientos en cebolla, melón, frijol, sorgo-millo y tomate,
renglón en el que en los últimos tres años se avanzó de 14 a 24
toneladas por hectárea, con fincas en las que los resultados fueron
muy superiores.
Otro progreso significativo se logra en la producción de
frutales. Los campesinos de la Mariana Grajales dedicados a estos
cultivos (principalmente guayaba y fruta bomba), incrementaron los
acopios de 97 toneladas en el 2009, a 220 toneladas en el 2012,
según aseguró a Granma Teudys Limeres Jiménez, director del
Centro Provincial de Suelos, perteneciente al Ministerio de la
Agricultura.
Estos resultados se corresponden con la aplicación de medidas de
conservación y mejoramiento de suelos (construcción de barreras
vivas y muertas, siembra en contorno, corrección de cárcavas,
ejecución de drenajes... ), mejor manejo del agua, adecuada
agrotecnia a los cultivos y la selección de variedades y especies de
superior desarrollo en esas áreas.
También se relacionan con el incremento del uso de la tracción
animal y la fertilización preferentemente con materia orgánica,
humus de lombriz y compost.
En el caso del polígono de Arenal, igualmente son visibles los
progresos económicos, sociales y ambientales, aunque en inferior
proporción, en correspondencia con su menor tiempo de ejecución y su
ubicación en suelos con pendientes y mayor índice de degradación,
propios de las montañas.