BRASILIA.—
Brasil y Rusia crearon un grupo de trabajo para intercambiar
conocimientos y elaborar propuestas conjuntas sobre el combate al
espionaje cibernético, tema que ganó preminencia tras conocerse la
red de actividades clandestinas desarrolladas por la Agencia
Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en
inglés) en Brasilia.
"Tenemos que estudiar la manera de controlar las armas
cibernéticas, pero sin imponer restricciones a la creatividad ni al
desarrollo tecnológico", declaró el ministro de Defensa brasileño,
Celso Amorim, quien se reunió con su par ruso, Serguei Shoigu.
Amorim manifestó al enviado del presidente Vladimir Putin el
interés brasileño en elaborar una reglamentación internacional, que
el mes pasado fue defendida por la mandataria Dilma Rousseff al
hablar en la ONU.
"El detalle sobre el cronograma y la composición de los grupos de
trabajo en los campos cibernético y espacial quedará a cargo de los
estados mayores conjuntos de ambos países", añadió una nota del
Gobierno brasileño citada por ANSA.
El despacho de Rousseff y las comunicaciones de la petrolera
estatal Petrobras fueron espiados por agentes de la NSA, según la
información del exmiembro de esa agencia, Edward Snowden.