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CAMILO EN YAGUAJAY
Nos sentimos entre hermanos
La llegada de la Columna No. 2 Antonio Maceo a
los montes de Jobo Rosado marcó la fundación del Frente Norte de Las
Villas hace 55 años
Enrique Ojito Linares
YAGUAJAY, Sancti Spíritus.— El cauce del Jatibonico del Norte
parece un mar con mil demonios dentro; entre la palizada, pencas de
guano, gallinas... intentar cruzar el río devendría suicidio. Bajo
las ráfagas de viento, la Columna Invasora No. 2 Antonio Maceo, a
las órdenes del Comandante Camilo Cienfuegos, retorna de Boquerones
al campamento de Hoyo de los Indios, situado a unos dos kilómetros.
Después de 40 días de marcha, descansan, al fin, una noche.

Camilo junto a varios
de los combatientes del frente en los días finales de la guerra.
En las últimas horas del 6 y primeras del 7 de octubre de 1958,
una soga hace el milagro. La corriente, fuerte; el agua, al pecho.
Camilo levanta su M-2, como quien quiere salvar a un niño. "Nada nos
impediría el cruce (a Las Villas), ni los ríos crecidos, ni los
cientos de soldados que decían se movían alrededor nuestro (... ).
Yo besé la tierra villaclareña", escribiría en su informe a Fidel,
en la Comandancia General, en la Sierra Maestra.
El 21 de agosto de 1958, la columna invasora había partido desde
El Salto, Oriente, con la misión de llegar hasta las montañas de
Pinar del Río para crear allí el frente rebelde Osvaldo Herrera,
como parte de la estrategia diseñada por el Comandante en Jefe.
Setenta y dos hombres protagonizaron la hazaña de marchar por
Camagüey sin prácticos, entre pantanos y tembladeras, con la costa
sur y una brújula como únicas guías. En un mes apenas comieron 11
veces, incluso hasta una yegua cruda y sin sal. En medio de tales
circunstancias, gracias a la visión táctico-estratégica del Señor de
la Vanguardia, los invasores pudieron evadir al enemigo, que
proliferaba, como la zarza, en las llanuras agramontinas.
Ante la escasa posibilidad de sortear con éxito las líneas de las
fuerzas batistianas, acantonadas desde el puerto de Júcaro hasta la
ciudad de Ciego de Ávila, el jefe guerrillero determinó cambiar la
ruta y el 27 de septiembre la tropa enrumbó hacia el norte, en una
audaz e inesperada maniobra.
EL NACIMIENTO
Después de acampar en Llanadas de Alunao, el 8 de octubre la
columna arribó a Jobo Rosado, según escribió en su Diario de campaña
el entonces capitán Sergio del Valle Jiménez, un joven médico a
quien Camilo responsabilizó con llevar esas memorias: "Llegamos a un
campamento comandado por el Sr. Félix Torres, de ideas comunistas
(... ). Desde que llegamos nos sentimos como entre hermanos, como si
estuviéramos en la Sierra".
En su informe a Fidel, redactado al día siguiente, Camilo refirió
que los recibieron de "mil maravillas (... ). Este grupo lo componen
elementos del Partido Socialista Popular, que en espera nuestra o
del Che habían colocado prácticos desde el límite de la provincia.
En esta zona también opera un grupo del 26 de Julio con los cuales
ya hemos hecho contacto".
Sin mediar constancia escrita alguna, el encuentro de la columna
con el destacamento Máximo Gómez, del Partido Socialista Popular,
que operaba en la zona bajo el mando de Félix Torres, significó el
nacimiento del Frente Norte de Las Villas.
"Saluda a Torres y a sus compañeros de parte nuestra", le
respondió el 14 de octubre Fidel, quien, en su mensaje, además de
destacar la proeza de la fuerza invasora, le orientó a Camilo: "No
prosigas el avance hasta nueva orden. Espera al Che en Las Villas y
reúnete con él. La situación político-revolucionaria allí está
complicada y se hace indispensable tu permanencia durante el tiempo
necesario en la provincia para ayudarlo a establecerse sólidamente".
UNIDAD, LO PRIMERO
Aparte del destacamento de Félix Torres, en la zona actuaba el
Marcelo Salado, perteneciente al Movimiento 26 de Julio —mal armado
también—; "entre ambos grupos existían algunas diferencias que
afectaban en cierta medida la unidad de acción", apuntó el general
de división Sergio del Valle en su libro Camilo, táctica y
estrategia de una gran victoria.
A juicio de Gerónimo Besánguiz, director del Complejo Histórico
Comandante Camilo Cienfuegos, el gran mérito del Señor de la
Vanguardia consistió en lograr la unidad entre todos los rebeldes.
A sabiendas de la trascendencia estratégica de la cohesión,
convocó a la Asamblea Campesina, que sesionó en Jobo Rosado, y a
encuentros con los azucareros, dada la urgencia de organizar los
trabajadores del sector, cuyos sindicatos permanecían en poder de
los mujalistas. Del primer contacto con los obreros de los
centrales, le comentaría a Fidel en el mensaje del 19 de noviembre:
"Esos hombres que subidos en una piedra como tribuna y como local
sindical el monte libre hablaron como no lo hacían en muchos años,
esos hombres (... ) gritaron a todo pulmón sus sufrimientos y
necesidades, por resolvérselas también haremos nuestro mayor
esfuerzo (... )".
HUELLAS DEL FRENTE
Extendido, por el este, desde Yaguajay hasta los territorios de
Chambas, Morón, y, por el oeste, hasta la zona de Caibarién y
Remedios, teniendo como Comandancia principal a los montes de La
Caridad, el Frente Norte de Las Villas tuvo su primer combate en
Alicante el 15 de octubre al intentar el enemigo tomar el
campamento, y su bautismo ofensivo, el día 22 en un tramo del
Circuito Norte, entre Caibarién y Yaguajay, donde se liquidó una
patrulla del ejército batistiano.
Calificado por el Che como el más brillante de todos los
guerrilleros, Camilo adoptó medidas para estructurar el sistema
informativo, la seguridad combativa y el servicio médico; instalar
escuelas y montar talleres dedicados a la reparación y fabricación
de armas, e inició la aplicación de la Ley No. 3, que establecía la
implantación de la Reforma Agraria en todo el territorio liberado
por el Ejército Rebelde.
En no pocas operaciones militares, el jefe guerrillero demostró
su temeridad, evidente en la toma del cuartel de Venegas el 31 de
octubre, como lo relató el combatiente José Luis Rodríguez Carrillo.
Camilo desoyó el consejo y penetró por detrás de la fortificación;
cruzó la cerca y lanzó la bengala para empezar el tiroteo. "Cuando
estaba el combate andando ya estaba metido dentro del cuartel".
Con la toma de Venegas no solo aumentó el parque de guerra del
frente guerrillero y las posibilidades de este de incrementar su
ofensiva. "La autoridad de Camilo era cada vez mayor", confesó
tiempo atrás el combatiente —ya fallecido— Raymundo Rochela
Hernández (Mundo), a quien el Comandante rebelde le entregaría un
fusil Springfield.
"Este es tu mamá, tu papá y tu familia", le subrayó Camilo,
quien, además, orientó diversas acciones para abortar la farsa
electoral del 3 de noviembre de 1958, en cumplimiento de una orden
de la Comandancia General.
En noviembre, igualmente, las tropas rebeldes atacaron y tomaron
por primera vez Zulueta; a finales del propio mes, Camilo luchó en
el Escambray junto al Che, con quien organizó las venideras
operaciones de sus fuerzas.
Diciembre llegó con una victoria tras otra: Iguará, Meneses,
Zulueta —por segunda ocasión—, Mayajigua y Yaguajay, donde
protagonizarían la batalla más larga de la Campaña de Las Villas.
Gracias a la ofensiva triunfante del Ejército Rebelde no solo en
Oriente, sino también en la región central, liderada por el Che y
Camilo, no fue preciso que la Columna No. 2 prosiguiera camino hasta
tierras pinareñas, como ordenó Fidel en un primer momento. Tras
cruzar las aguas revueltas del Jatibonico del Norte, aquella
madrugada del 7 de octubre en la cabeza del Héroe de Yaguajay nada
le anunciaba que el Frente Norte de Las Villas estaba a punto de
nacer. |