Estampa de una chapucería

Orfilio Peláez Mendoza
pelaez@granma.cip.cu

Satisfechos se sintieron los vecinos y conductores de vehículos que frecuentan la calle Domínguez en el Cerro, cuando a principios de este año y después de permanecer en mal estado durante mucho tiempo, fue asfaltada en su totalidad desde el frente del hospital Salvador Allende hasta la avenida de Ayesterán.

Autor: Alberto Borrego Avila

Junto con las zanjas que permanecen abiertas desde hace casi tres meses, la basura resalta en el entorno de la calle Domínguez.

Pero la aparición de varios salideros de gas en la cuadra comprendida entre Calzada del Cerro y Santa Catalina, obligó a romper el pavimento restaurado para colocar nuevas tuberías, labor acometida por la empresa municipal encargada de garantizar ese vital servicio en los primeros días del pasado mes de julio.

Como señala a este diario Magdalena Villa Milá, presidenta del CDR allí, el trabajo quedó bien hecho al resolverse el problema de los escapes. Solo faltaba cerrar las zanjas abiertas, pues dada su profundidad constituían un serio obstáculo al paso de personas y medios de transporte, incluidas las ambulancias que salen y entran del mencionado centro de salud.

El pasado miércoles echaron un poco de concreto en la vía, lo cual permite ahora el paso de vehículos y motos con mucha dificultad.

Al igual que ha sucedido en situaciones similares en muchos otros lugares de La Habana, pasaron los días, semanas, y los responsables de tapar aquellas grietas cada vez más grandes, y quienes debían velar por que el arreglo se terminara completamente, dejaron las cosas en esa suerte de limbo de indolencia y chapucería.

La propia presidenta del Comité dijo que en más de una ocasión funcionarios de la empresa de gas manufacturado en el territorio visitaron el lugar y plantearon que no disponían del material requerido para concluir el trabajo. El asunto, añadió, es conocido por las autoridades del municipio, y sigue sin resolverse.

Marcelo González Jenes, trabajador de la Escuela Primaria Raúl Silvio Vega, sita en la propia calle Domínguez, esquina a Santa Catalina, expresó que después de casi tres meses de espera, por fin el miércoles pasado vinieron y echaron un poco de concreto en la calle.

Ahora al menos pueden pasar los carros con bastante dificultad, pero hace falta que terminen de cerrar cada hueco, es una barbaridad que esto suceda frente a una escuela donde hay niños y a nadie le preocupe, resaltó.

Más allá de lo planteado, salta a la vista también el notable deterioro de la higiene ambiental del entorno, donde prolifera desde hace tiempo un prominente basurero situado a pocos metros del referido recinto escolar, unido a la presencia aledaña de una edificación en ruinas y con peligro de derrumbe.

La calle Domínguez necesita una inyección de voluntad e iniciativa para hacerla nuevamente transitable por lo que significa para toda la zona y el hospital, y sanearla de tantos escombros y desechos domésticos. Sus moradores así lo esperan.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

Subir

 

 

ecoestadistica.com