MATANZAS.—
Un equipo que se recuperó de pobres actuaciones durante dos décadas,
que vino del lugar 14 hasta el tercero, y un año después concluyó
segundo tras la disputa por el campeonato de béisbol, ahora peleará
nuevamente en pos de ceñirse la corona en la próxima 53 Serie
Nacional.
Los Cocodrilos se convencieron de que ganar no es una empresa
imposible. Y en eso tienen mucho que ver la cohesión conseguida
gracias a su mentor Víctor Mesa, el preparador Víctor Figueroa y el
resto del cuerpo de dirección. Pero, para aspirar a convertirse en
líderes no basta con que figure en las previsiones del cuerpo de
dirección y de cada uno de los deportistas. Es preciso disponer de
un conjunto sólido, que juegue bien a la pelota y algo muy
importante: que se haya exigido una preparación con todas las de la
ley.
En virtud de alcanzar esa forma deportiva deseada, la
preselección yumurina realiza desde hace varias semanas su
adiestramiento en el Victoria de Girón, bajo la pupila de un grupo
de entrenadores, y ha logrado un positivo resultado en los topes de
confrontación. Salió bien parada en sus enfrentamientos ante las
huestes de Holguín, a las que venció en tres ocasiones y sufrió un
revés. También dispuso de Mayabeque en par de oportunidades,
incluida una lechada a la cuenta de Yoani Yera.
Según los especialistas, lo más importante en estos choques es
tantear las posibilidades de los noveles, algunos de ellos con
provechoso rendimiento en los partidos de preparación. Además, se
precisa avanzar gradualmente en la forma óptima de los atletas más
conocidos, ensayar distintas variantes de juego y limar deficiencias
en todos los frentes, con especial énfasis en el pitcheo. Mucho
pueden aportar, junto a Yera, Joel Suárez, Maikel Martínez y Félix
Fuentes.
Para vencer el primer tramo, la clasificación, Matanzas fija sus
esperanzas en la contribución de establecidos como José Miguel
Fernández, Guillermo Heredia, Ariel Sánchez, Lázaro Herrera,
Yurisbel Gracial, Yadiel Hernández, y el jovencito Víctor Víctor.
A ese grupo se suma Danier Moreira, quien se trasladó a vivir a
Matanzas junto a su madre y fue autorizado por la Dirección Nacional
de Béisbol a pasar del equipo de Guantánamo para el de los yumurinos.
La llegada de este hombre, veloz de home a primera y buen
chocador de bola, debe ser una ayuda para los Cocodrilos, pues
Moreira vive con una sola idea en la cabeza: jugar bien a la pelota.