WASHINGTON.—
Cuando en Estados Unidos se debate hoy la necesidad de frenar la
violencia causada por la proliferación de armas de fuego, un grupo
de partidarios de la posesión de estos artefactos ofrece escopetas
gratuitas a los residentes de Florida.
El Armed Citizen Project (Proyecto de Ciudadano Armado), con sede
en Texas, trata de crear zonas altamente armadas en diversas áreas
de ese sureño estado, donde, presuntamente, existen tasas de
criminalidad entre moderadas y altas.
Vídeos de anuncios en la página electrónica del ACP (sigla en
inglés de la agrupación) estimulan a buscar un arma gratis y empezar
a practicar de inmediato, incluso se ofrecen opciones para el
entrenamiento de mujeres en el manejo de este tipo de medios
letales.
La más reciente masacre en Estados Unidos (la ocurrida el 16 de
septiembre en una base de la Marina en Washington, donde fallecieron
13 personas, incluido el autor de la matanza) reabrió los fuertes
debates políticos sobre el control de armas en el país.
Los criterios a favor y en contra están marcados por la división
entre los defensores de la Segunda Enmienda de la Constitución, que
estipula el derecho a poseer armas, y los partidarios de su control.
El presidente Barack Obama al reunirse el pasado 23 de septiembre
con familiares de las víctimas de la tragedia en la Navy Yard
admitió que aquí hay una epidemia de violencia armada y lamentó que
aún el Congreso no haya podido acordar una ley que limite la
tenencia de estos medios.
Cifras actualizadas estiman que dentro del territorio
estadounidense circulan unos 310 millones de armas de fuego, lo que
sitúa a esta nación en el primer lugar mundial por la cantidad de
armas per cápita (88,8 por cada 100 personas).