La cuestión radica ahora en cómo conducirá el nuevo inquilino del
Palacio de López (sede del Ejecutivo) los hilos de la nación más
pobre de América del Sur, en los planos interno y externo.
Como es conocido, Asunción vivió un quiebre democrático en junio
del 2012 como consecuencia de la maraña política orquestada en el
Congreso para sacar de la presidencia a Lugo. El golpe de Estado
parlamentario, que engrosó la lista de hechos de este tipo en la
región (tres años antes había sucedido en Honduras), derivó en la
suspensión del país mediterráneo de la Unión de Naciones
Suramericanas (UNASUR) y del Mercado Común del Sur (MERCOSUR). La
veda sería levantada hasta tanto no se realizaran elecciones
democráticas en el país. Así pues, el golpista liberal Federico
Franco traspasó el poder al ganador de las elecciones de abril
pasado, el representante del Partido Colorado, Horacio Cartes. Una
vez celebrados los comicios, Paraguay cerró un capítulo de
aislamiento regional.
En el plano interno, varios analistas estiman que lo sucedido
entre liberales y colorados fue un "pacto de gobernabilidad", que
les permitió a los segundos retomar el poder tras el gobierno de
Lugo que interrumpió un periodo de mandato de 61 años, incluyendo la
dictadura de Alfredo Stroessner.
El periodista uruguayo radicado en Paraguay, Adrián Cattivelli,
indica que si bien es probable que dicho pacto no dure todo el
periodo de gobierno, mientras lo haga "permitirá a Cartes tomar
todas las medidas que requiera inicialmente de carácter económico,
político, tributario para apuntalar su gobierno".
A su vez, el reportero paraguayo Marcos Cáceres Amarilla comenta
a Granma que una de las grandes incógnitas de Cartes es su
futura relación con el Partido Colorado, "un partido de derecha,
acostumbrado a las prebendas, el clientelismo político y la
corrupción", dado que no es de su base tradicional.
"Cartes tendrá un plazo de cien días aproximadamente para imponer
sus políticas, pero luego comenzará a ser blanco de presiones de su
partido; otro problema es que no tiene experiencia política y no se
sabe cómo reaccionará ante algunas coyunturas adversas", agrega
Cáceres.
Estas proyecciones tienen en cuenta, además, el hecho de que
Cartes es más un hombre de negocios que político. No solo dirige la
Asociación Paraguaya de Fútbol, en el ámbito de la selección
nacional, sino también un enorme grupo con empresas en áreas como la
tabaquería, bebida, comida e, incluso, centros médicos. La incursión
en la política de este hombre de 56 años es de hace apenas cuatro
años, cuando se afilió al Partido Colorado en el 2009.
En el plano externo surge otra interrogante: ¿cuál será el papel
de la nación guaraní a nivel regional teniendo en cuenta las
diferencias ideológicas con los presidentes de países vecinos?
El hecho de que Cartes asistiera a la VII Cumbre de UNASUR
celebrada la semana pasada en Suriname, y que celebrara encuentros
bilaterales con los presidentes de Brasil (Dilma Rousseff) y de
Venezuela (Nicolás Maduro), muestran a un hombre que tiene en cuenta
la importancia de mantener relaciones cordiales con sus vecinos y
cuyo objetivo, al menos por el momento, es reincorporarse al esquema
integracionista. Sobre este asunto, Cattivelli señala que el
acaudalado empresario prefiere "privilegiar las relaciones
bilaterales antes que impulsar el diálogo con el bloque en general".
No obstante, es un regreso a medias ya que todavía está pendiente
su reincorporación plena al MERCOSUR. El propio canciller paraguayo,
Eladio Loizaga, indicó en días recientes que la participación de su
país es "limitada" ya que queda en manos del Congreso aprobar o no
el reingreso.
En este escenario encontrará a Venezuela, incorporada por todos
los países miembros excepto Paraguay, que entonces estaba
suspendido. Loizaga remarcó que se "han limado las asperezas" y ello
se ha traducido en avances importantes en las relaciones entre
Asunción y Caracas. En ese sentido, puso como ejemplo el encuentro
entre Cartes y Maduro en el contexto de la Cumbre de UNASUR.
El propio Presidente venezolano manifestó su deseo de normalizar
los vínculos y manifestó su decisión de "pasar página".