Orfilio Peláez
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Apenas acaba de amanecer y ya en la planta donde se trama la dirección hay un vehículo particular recibiendo el servicio, mientras otros dos debidamente estacionados por orden de llegada aguardan el correspondiente turno.

La Cooperativa Novedades brinda servicios todos los días en el horario de siete de la mañana a siete de la noche.

Casi de manera simultánea, Álvaro Serret está listo para comenzar su faena como fregador de autos. A primera vista resalta el cumplimiento del horario de apertura del local (7:00 a.m.), la limpieza de las áreas, y el trato afable hacia los clientes.

La escena tiene lugar en el Servicentro que, ubicado en la esquina de las avenidas Santa Catalina y Mayía Rodríguez, municipio de Diez de Octubre, constituye una de las primeras unidades de ese tipo en la capital que desde el primero de julio pasaron al sistema de cooperativa en el sector del transporte.

EXPECTATIVAS FUNDADAS

Como explica a Granma Raimundo Domínguez, vicepresidente de la Cooperativa Novedades, esta ofrece servicios de ponchera, balanceo de neumáticos, engrase, fregado, aire y el ya mencionado tramado de la dirección, en CUP, todos los días de la semana.

La conforman once socios, incluido el presidente, la mayoría de los cuales laboraban allí desde hacia varios años, y que por voluntad propia decidieron permanecer en el centro insertado en este nuevo modelo de gestión, que responde a la implementación de los Lineamientos aprobados en el Sexto Congreso del Partido.

"Aquí lo esencial es ofrecer prestaciones con la calidad requerida para ganar la aceptación de los clientes más exigentes. Esto implica aprovechar al máximo la jornada laboral y que los asociados comprendan la conveniencia de ayudarse unos a otros y halar parejo, pues las ganancias se distribuyen de acuerdo al aporte individual de cada miembro".

Para Raimundo Domínguez, vicepresidente de la cooperativa, la satisfacción del cliente es lo primero.

Según manifiesta Raimundo, sus ingresos personales crecieron de manera significativa en el primer mes de funcionamiento de la cooperativa, con respecto al anterior salario que recibía en ese propio lugar por tramar dirección. Ahora puedo ofrecerle a mi familia mayor respaldo económico, y tengo la expectativa de poder mejorar mis utilidades en el futuro, aseveró.

"El reto que tenemos es la absoluta satisfacción del cliente, no podemos darnos el lujo de que nos cataloguen de buenos o regulares. Ese es el listón a superar diariamente".

Pero al igual que sucede en otros sectores, adquirir los insumos necesarios todavía hoy es un problema, lo cual limita las remuneraciones de los cooperativistas, y la posibilidad de brindar una asistencia superior.

Didier Fernández García, engrasador con cerca de doce años de labor allí, señaló que a veces el cliente es quien trae la grasa o el aceite y en no pocas jornadas tiene que buscarlos por gestión personal y comprarlos de su propio bolsillo.

Si no los tengo disponibles, el usuario no recibe el servicio y ello también perjudica nuestros ingresos, enfatizó.

Para este joven asociado, todavía resulta muy prematuro dar un criterio fundamentado sobre la conveniencia del nuevo sistema de gestión puesto en práctica.

El ponchero Jesús Lores, está afectado desde hace varias semanas por rotura de uno de los equipos requeridos, el cual se encuentra en vías de ser reparado mediante el concurso de todos los socios.

Los reporteros conversaron con varios usuarios acerca de sus experiencias personales en la Cooperativa Novedades.

La mayoría coincidió en destacar la amabilidad en el trato, la buena organización reinante, y la complacencia por la calidad del servicio; aunque algunos consideran caro el importe del tramado de dirección a 70 pesos, antes valía 35.