Michel Hernández Sánchez

Autora de auténticos caballos de batalla del metal como Territory y Roots Bloody Roots y precursora de ese género de multitudes en América Latina, la banda más importante de Brasil, Sepultura, terminó la grabación de su nuevo álbum, The Mediator Between The Head And Hands Must Be The Heart, que saldría en octubre próximo a través de la disquera alemana Nuclear Blast Records.

Sepultura durante su concierto en Cuba en 2008.

El disco, el 13 en la trayectoria de la aplanadora brasileña de trash metal, está inspirado en el clásico filme de Fritz Lang, Metrópolis, y contendrá nueve temas como Trauma of War, The Vatican y Tsunami.

"Me inspiré en una frase que es el principal mensaje de la película: el mediador entre la cabeza y las manos debe ser el corazón. Es para expresar lo que decimos en las letras. En la cinta, Un millonario loco quiere transformar un robot en una persona real; es lo contrario de lo que vivimos hoy", declaró el guitarrista Andreas Kisser, quien se echó el peso de Sepultura a las espaldas luego de que los Hermanos Cavalera, dos de sus fundadores, abandonaron en diferentes momentos la histórica escudería de Belo Horizonte que abrió la puertas al metal en el continente latinoamericano.

Con este fonograma, producido por el vocalista del grupo, el estadounidense Derrick Green, Sepultura continúa la línea más conceptual que ha marcado sus destinos en los últimos tiempos, y que ha conquistado nuevos caminos para la experimentación dentro de las diferentes vertientes del metal internacional. Por ejemplo, en el 2006 grabaron Dante XXI, basado en La divina comedia, de Dante, y tres años más tarde fue el turno de A-Lex, inspirado en La naranja mecánica, de Kubrick.

Si bien la carrera de la banda ha pasado por algunos altos y bajos en los últimos tiempos, The Mediator¼ , que incluye una versión de Zombie Ritual, de Death, puede salir a demostrar que hay Sepultura para rato. "Es un álbum brutal, rápido y directo. Siento que es el mejor álbum de Sepultura de todos los tiempos, sin exagerar", arriesgó Kisser.

Para llevar adelante su nuevo material, sucesor de Kairos (2011), tuvieron como invitado a Dave Lombardo, exbaterista de Slayer, y llamaron nuevamente al acreditado productor Ross Robinson (Korn, Machine Head, Limp Bizkit, Slipknot). "Trabajar con Robinson fue, nuevamente, un privilegio, es uno de los mejores productores que hay. Tiene una fuerte conexión con la naturaleza, el corazón humano, con la vida en general. Hemos hecho un álbum que está vivo, nada de trucos de estudio, ensayábamos juntos en el cuarto explotando una energía tan potente que se podía agarrar", explicó el guitarrista.