Explicamos también que la escuadra, con solo 18,6 años como
promedio de edad, era la más inexperta del evento, pero no la única
que trajo acá a jugadoras ávidas de fogueo, pues Holanda, el rival
de la primera fecha, también cambió su formación, al igual que
China, con ocho muchachas de reciente adquisición para enfrentar el
actual ciclo olímpico. No explicamos esto con ánimo de establecer
comparaciones, solo digamos que es lógico rejuvenecer las nóminas
después de unos Juegos Olímpicos.
Conocidas las deficiencias de las nuestras, sobre todo en la
recepción y en el pase, debido al estreno en esta competencia de sus
dos armadoras (Beatriz Vilches y Dayrilis Cruz) y de la
receptora-punta Melissa Vargas (13 años de edad), era de esperarse
que la selección afrontara serias dificultades para cohesionar su
juego y salir adelante.
Se veía como algo inminente que —a pesar de la insistencia del
cuadro de dirección en los entrenamientos— algunos elementos
técnicos mal ejecutados durante la preparación del equipo también
causaran problemas, junto a otros errores cometidos durante el
debut. Aun con ese lastre, las cubanas dieron muestra en el primer
set frente a Holanda de que podían batallar, al punto de recuperarse
de un inicial 2-6 y sobreponerse para empatar en el tanto 14. El
parcial marchó parejo hasta el punto 19, donde las europeas se
despegaron para ganar 25-20.
Ya en la segunda manga las oponentes tomaron nota de los
problemas de las antillanas y, a partir de ese momento estas, en
lugar de aferrarse a pelear, dejaron caer la bandera de la
combatividad, porque lo visto sobre la cancha fue una escuadra a la
deriva, desprovista de fuerza moral para reeditar una reacción
similar a la del primer tiempo, con agresividad. Sucesivos cambios
de pasadora y receptora no dieron fruto, ya no había voluntad para
remontar una pizarra adversa, de ahí los desproporcionados
marcadores 25-14 y 25-11 favorables a Holanda.
Son comprensibles las fallas en un elenco tan joven. De esas
pifias se aprende, pero si de verdad se aspira a dar pasos hasta
conseguir la mayoría de edad en el plano internacional, el camino no
ha de torcerse por el rumbo del desinterés. Duele ver a un equipo
cubano rendirse así, situación que contradice el lema que la propia
selección enarbola cuando va a iniciar cada sesión de entrenamiento:
"Luchar para ganar".
En el segundo partido de esta sede de Macao, China superó 3-0 a
Bulgaria, con parciales de 25-13, 26-24, 25-23. En la llave C,
Turquía blanqueó a Argelia 25-13, 25-18, 25-15, en choques
correspondientes a la jornada inaugural
La segunda jornada del Grand Prix, también a partir de las 5:00
a.m., hora de nuestro país, ofrecía los partidos de Cuba-China y
Holanda-Bulgaria. Recordemos que en el evento participan 20
conjuntos y los seis que obtengan la mayor cantidad de puntos (por
partidos ganados y perdidos) clasificarán para la final de Japón. Si
las niponas no entran entre esas seis líderes tomarán el puesto del
país que haya concluido la eliminatoria en el sexto peldaño.