Las Tunas.— Por la autoridad y confianza que han depositado el
pueblo y el Estado cubanos en el cuerpo de inspectores, para
defender el orden y preservar bienes de la nación, esta provincia
demanda hoy una presencia más activa y efectiva de esas estructuras
en el enfrentamiento a las indisciplinas e ilegalidades.
En esencia, ese criterio anida en parte de la población, así como
en dirigentes políticos y administrativos, de acuerdo con lo
analizado durante las últimas horas por medio de videos
conferencias, recorridos e intercambios, encabezados por las máximas
autoridades del territorio, con el propósito de revertir tendencias
o fenómenos nocivos a la sociedad, expuestos por el General de
Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de
Ministros, al resumir las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder
Popular.
Al menos en estas jornadas, posteriores al discurso, se aprecian
acciones mucho más concretas y eficaces por parte de la Policía
Nacional Revolucionaria, mientras se torna pálida aún la actuación
de las estructuras encargadas de la inspección.
Ese punto de vista coincide con estadísticas, informes y
valoraciones que consideran discreta la respuesta de los inspectores
integrales y de entidades como Planificación Física y la Vivienda,
con un peso importante en muchas de las irregularidades, violaciones
y molestias que irritan a la población, atentan contra la
institucionalidad, abren paso al delito y perjudican a la economía
nacional.
Así lo confirma también la tranquilidad con que han venido
actuando alrededor de medio centenar de cocheros y carretoneros
manatienses (aunque el asunto se repite en otros lugares y
sectores), fuera de control y, por tanto, sin aportarle al fisco
cuyos fondos se revierten en servicios básicos para beneficio de
toda la sociedad, incluidas esas personas reacias a contribuir.
La legalización o incorporación, durante las últimas horas, de
varios ciudadanos residentes en Jesús Menéndez (adscriptos ahora al
trabajo por cuenta propia) indica que cuando se ejerce el control y
hay diálogo, explicación y cuentas claras, se puede instaurar orden
y disciplina.
Precisamente allí, padres de adolescentes y de jóvenes con
problemas de conducta o proclives a ello, están compareciendo donde
corresponde, para explicar qué harán y asumir su indelegable
responsabilidad como familia.
Que falta dominio y hay descontrol, no es un secreto. La propia
dinámica de trabajo ha develado incongruencias como las de
especialistas de la rama eléctrica, al informar un solo caso de
violación en Majibacoa, mientras el Poder Popular allí da cuenta de
unas 175 ilegalidades o irregularidades.
Horizonte, en fin, hay por donde abrir paso: desde la falta de
respeto y de educación que implica gritar obscenidades a cualquier
hora y lugar, la sustracción y reventa de productos, el maltrato a
la propiedad social, el engaño impune y abusivo hacia un consumidor
que vive de su insuficiente y honrado salario¼
hasta las artimañas de quienes desvían recursos y lucran impunemente
al por mayor.
Por ello, el tratamiento de esos temas a micrófono abierto en
Radio Maboas cala entre los habitantes de Amancio Rodríguez y
empieza a generar la participación popular que requiere un momento
así.
El asunto no puede quedarse entre numeritos fríos o en el plano
expositivo. Urge, como expresó Ariel Santana Santiesteban, primer
secretario del Partido en Las Tunas, pasar a acciones específicas,
mantener seguimiento permanente, alta integración, vínculo de los
organismos con sus representaciones en la base y sobre todo mucho
nexo con la población.
De lo contrario, se corre el riesgo de quedar en la epidermis de
una noble intención o de caer en una campaña más, y no es eso lo que
ha pedido la máxima dirección del país, ni es lo que espera el
grueso de ese pueblo que ha resistido y vencido duras batallas y que
—con más razón aún— no acepta aquí nada distinto al socialismo
cubano: no perfecto, pero nuestro.