WASHINGTON.—
La huelga de hambre de los presos en la cárcel estadounidense en la
base naval de Guantánamo, en el este de Cuba, está próxima a
provocar víctimas fatales, señaló David Remes, uno de los abogados
de los reos.
De acuerdo con datos del Pentágono, de los 166 detenidos, unos
100 participan en la huelga de hambre y 45 de ellos son alimentados
a la fuerza.
Desde 2002 Washington mantiene un centro de internamiento en esa
instalación ubicada en territorio cubano contra la voluntad del
pueblo y Gobierno de esa isla caribeña. Según Remes, varios
prisioneros perdieron unos 20 kilogramos de peso y están
desesperados, por lo que algunos de esos hombres podrían fallecer en
los próximos días.
Los presos iniciaron la protesta el 6 de febrero pasado, como
reacción a los abusos cometidos en su contra y las condiciones
precarias de su detención durante más de una década sin que se les
impute acusación oficial alguna a la mayoría de ellos.
Los detenidos rechazan además el confinamiento por tiempo
indefinido, los registros a sus pertenencias y confiscación de
copias del Corán, el libro sagrado de los musulmanes.
Un informe del Pentágono publicado ayer reconoce que la cárcel en
la base de Guantánamo cuesta a los contribuyentes estadounidenses
cerca de mil millones de dólares anualmente y el promedio de gastos
por cada prisionero es de dos millones 700 mil dólares al año.
Tras asumir su primer mandato en 2009 el presidente Barack Obama
firmó una orden ejecutiva para cerrar la prisión, pero desde
entonces tuvo que enfrentar fuertes obstáculos en el Congreso para
lograr ese objetivo.