El
ministro de Relaciones Interiores de Venezuela, Miguel Rodríguez
Torres, dio parte de una serie de reuniones y contactos que ha
mantenido la derecha venezolana con gestores en el exterior en torno
a un plan de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro, y
precisó la identidad de los involucrados.
El titular de la cartera de Interior venezolana indicó que una de
las primeras reuniones se efectuó el pasado mes de abril con la
relación de las ciudades de Miami (sureste estadounidense), Bogotá
(capital colombiana).
Este encuentro acordó "un plan de acciones violentas" y contó con
la participación del expresidente colombiano, Álvaro Uribe, el
expresidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti; un delegado
enviado por el terrorista Luis Posada Carriles, un oficial
colombiano activo, y un oficial de la Agencia Central de
Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) para "iniciar contacto
con la derecha venezolana y hacer estas acciones
desestabilizadoras".
En ese sentido, cuestionó que la "derecha ha sido irresponsable y
nunca ha asumido sus errores. No podemos hacer captura de ellos, y
no podemos hacer operaciones en otros territorios".
Rodríguez Torres agregó que posteriormente, el pasado 29 de
abril, "tuvimos informaciones de planes subversivos desde San
Antonio del Táchira" (suroeste venezolano; frontera con Colombia).
El ministro indicó que a través de un informante se conoció que
desde Colombia se estaban gestando nuevos planes de
desestabilización contra Venezuela.
En ese sentido, indicó que el empresario de bienes raíces Eduardo
Macaya, radicado en la ciudad de Miami, es uno de los involucrados
en la financiación de dos millones y medio de dólares en el plan de
magnicidio en contra del jefe de Estado venezolano. Igualmente,
señaló a "Julio" (se desconoce su apellido), integrante del Comando
F4; y a Many (se desconoce su apellido), un empresario cubano de 80
años, como colaboradores de la financiación.