Nuevos aires entre Moscú y La Habana

ALIANA NIEVES QUESADA

Es difícil calcular cuán hondo caló en los cubanos la cultura soviética durante los años de amistad entre Cuba y la extinta Unión Soviética. Tampoco es posible medir el calor que despierta el nombre de Cuba en los pueblos eslavos, sobre todo en el ruso. Solo una hermandad verdadera resiste inactiva el paso de décadas y luego se despierta con la misma fuerza con que surgió, aunque los protagonistas no sean iguales y el escenario haya cambiado.

Foto: Oleg BashinMiembros de la brigada cubana durante el encuentro con Yuri Projorov, rector del Instituto Estatal de Lengua Rusa Alexander Pushkin.

Emilio Lozada, embajador de Cuba en Rusia, califica las relaciones entre los dos países como excelentes. "La amistad entre cubanos y rusos es patrimonio para las nuevas generaciones. Los jóvenes de nuestros países tienen la responsabilidad de salvar a la humanidad del unipolarismo de Estados Unidos".

Como parte de este reimpulso en las relaciones bilaterales, un grupo de jóvenes cubanos representó recientemente a la Isla en el evento Nueva Generación, organizado en Moscú por la agencia federal rusa de cooperación Rossotrudnichestvo. De diferentes profesiones y procedencias, los jóvenes ocupan diferentes cargos directivos en Cuba. Llegaron al país en el año de las celebraciones por el aniversario 50 de la primera visita de Fidel a la URSS, y descubrieron lo diferente y enigmático de la Rusia de hoy.

Rubiel García, vicepresidente de la Asociación Hermanos Saíz, explica que este fue un acercamiento a una historia que le habían contado, que había estudiado en la escuela, y "verlo con los propios ojos fue muy importante". "No es lo mismo estar al tanto por las noticias de cómo van las cosas aquí en Rusia, que verlo personalmente. Moscú es una ciudad con gran desarrollo, pero que también guarda historia en cada esquina".

La delegación cubana sostuvo encuentros con representantes de instituciones gubernamentales y de altos estudios, como la Universidad Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO, por sus siglas en ruso), el Instituto Estatal de Lengua Rusa Alexander Pushkin y la Cámara Baja del Parlamento ruso (Duma del Estado), durante los cuales pudieron constatar el interés que suscita hoy la realidad sociopolítica cubana.

"En las reuniones pudimos comprobar el cariño hacia Cuba y la voluntad que sienten de restablecer los vínculos", comenta Yarisleidis Medina, del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, "lo que se nos demostró en la visita al MGIMO y al Instituto Pushkin, es que quisieran tener nuevamente en sus aulas a grupos de alumnos cubanos, que saldrían beneficiados por todo lo que Rusia puede enseñar".

A Tony Guerrero, hijo de Antonio Guerrero, le sorprendió el creciente apoyo de Rusia a la causa de Los Cinco. "Me impactó muchísimo el interés que mostró por nuestra lucha Egor Andreev, director del departamento de programas internacionales del MGIMO. Lo más importante es que los estudiantes de la universidad conozcan este tema y todas las irregularidades legales que hemos sufrido en el caso".

Los cubanos también fueron testigos del rescate de ideales y héroes soviéticos, olvidados durante los años posteriores a la caída de la URSS, pero que en los últimos años el Gobierno ruso, con el respaldo masivo de los jóvenes, se ha centrado en desenterrar.

"Tuvimos la posibilidad de profundizar en el conocimiento de la historia rusa y de su cultura", explica Ricmar Rodríguez, funcionario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), "encontramos un pueblo que tiene mucho arraigo a sus raíces, a sus tradiciones, y ratificamos el determinante rol de las tropas soviéticas en la victoria contra el fascismo y la magnitud de la Gran Guerra Patria".

"De la visita lo que más me impactó fue visitar el Mausoleo Lenin", confiesa Medina, "para mí fue algo impresionante, sobre todo porque soy formada en filosofía, conozco bastante su pensamiento y me emocioné mucho".

Yuniel Báez, primer secretario de la UJC en La Habana, califica esta experiencia como la posibilidad de dar continuidad a la tradición de amistad de la Revolución Cubana con el pueblo ruso. "En nombre de los jóvenes cubanos, transmitimos un grupo de mensajes que son importantes que el pueblo ruso, que es amigo del nuestro, pueda conocer para ayudarnos en las causas que nosotros defendemos. Encontramos mucho amor por Cuba, mucha nostalgia e interés por lo que estamos haciendo, por el futuro nuestro".

Actualmente, un grupo de pioneros de la Isla se encuentra en un campamento de verano de Moscú, invitados por el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, tras su visita a La Habana en febrero pasado. De igual forma, una docena de estudiantes de la Universidad Estatal de Moscú Dmitri Lomonosov participó en la brigada Julio Antonio Mella de solidaridad con Cuba. Reverdecen así las relaciones entre Moscú y La Habana, nuevas generaciones heredan una unión que puede seguir siendo histórica.

 

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