Alain Valdés Sierra

La joven violinista y cantante Tanmy López tiene mucho que decir, y así lo demuestra en su más reciente álbum, Tanmy niña traviesa, en el que se estrena como compositora y que presentará en concierto hoy, a las 7:00 p.m., en la Sala Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes.

El debut de Tanmy como autora no es fortuito, es el resultado de la necesidad de expresar todo lo aprehendido en una rica etapa como intérprete, en la que se ha nutrido de lo mejor de la música contemporánea cubana: la Camerata Roméu, Interactivo y su propio grupo, Pura Cepa.

Con ¼ niña traviesa, Tanmy logra, sin duda, dar un acertado paso a sus más encumbradas pretensiones artísticas, la de darles vida a sus inquietudes desde la música. El CD, producido por el sello BisMusic y grabado en los estudios PM Records, presenta diez temas, todos de su autoría excepto dos, uno compuesto junto a Descemer Bueno y otro con Kumar, en los que trata temáticas bien actuales mediante géneros como la contradanza, el reggae, el funky, el danzón, la guajira y el son.

Así figuran en el fonograma los títulos Cubana de Pura Cepa, Cambios, Estrellas de cine, Buenos amigos y Deseos de mujer.

Para el material, Tanmy se hizo acompañar de Pura Cepa e invitó a los cantantes Kelvis Ochoa, El Ruso (exintegrante de Orishas) y Descemer, mientras que delegó la responsabilidad de la producción en Robertico Carcassés.

Sin embargo, el estilo de la violinista y cantante resalta en cada canción, dejando entrever la seriedad con que asumió el compromiso y la importancia que reviste dentro de su carrera, que a partir de ahora se debe imponer metas cada vez más altas.

Ganadora del premio de Creación Ojalá en el 2010, que le permitió la grabación del álbum La luz es música a partir de la musicalización de versos de Rubén Martínez Villena, Tanmy inicia una travesía que pondrá a prueba su capacidad creativa en la búsqueda de un sello distintivo en un escenario tan rico como el nacional.