La Historia me
Absolverá, se anticipaba, cito: "(... ) la política cubana en
América sería de estrecha solidaridad con los pueblos democráticos
del continente y que los perseguidos políticos de las sangrientas
tiranías que oprimen a las naciones hermanas, encontrarían en la
patria de Martí, no persecución, hambre y traición, sino asilo
generoso, hermandad y pan. Cuba debía ser baluarte de libertad y no
eslabón vergonzoso de despotismo", fin de la cita.
La muerte prematura de Martí en combate había frustrado el anhelo
que expresó en su carta inconclusa al mexicano Manuel Mercado, "(...
) de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan
por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más,
sobre nuestras tierras de América".
La Revolución Cubana ha sido solidaria y fiel a ese legado, aun
en los momentos más difíciles, cuando se pretendió aislarla,
rendirla por hambre mediante un bloqueo criminal que ya dura más de
medio siglo y destruirla con todo tipo de agresiones.
Nunca olvidaremos que México, tras la prisión, nos dio albergue y
después del triunfo fue el único gobierno de América Latina que se
negó a dejarnos solos.
Jamás nos ha faltado el respaldo y la solidaridad de los pueblos
de todos los continentes, en particular los de esta región, que
siempre vieron a Cuba como parte indisoluble de Nuestra América, que
unida en su diversidad avanza con determinación hacia su segunda y
definitiva independencia.
Veinte años después del triunfo del Primero de Enero, se produjo
la victoria de la Revolución Sandinista, que Nicaragua, llena de
juventud, celebró hace una semana, con su Comandante Daniel Ortega
al frente (Aplausos).
Pasadas otras dos décadas el entrañable hermano Hugo Chávez
encarnó los ideales de Bolívar y multiplicado en su pueblo avanza
hoy junto a su Revolución, conducida firmemente por el compañero
Presidente Nicolás Maduro (Aplausos).
Marchan indetenibles los procesos de la Revolución Democrática y
Cultural de Bolivia, encabezada por Evo Morales y que es símbolo de
la reivindicación de los pueblos originarios (Aplausos); la
triunfante Revolución Ciudadana, que lidera con amplio apoyo popular
en Ecuador el Presidente Rafael Correa (Aplausos), representado hoy
aquí por el Canciller Ricardo Patiño; los avances sociales como los
de Uruguay que conduce el compañero José Mujica (Aplausos),
guerrillero tupamaro, encarcelado por catorce años; los que se
producen en el Caribe que lucha por el desarrollo sostenible, la
justicia y la igualdad soberana, cuyos destacados líderes, los
primeros ministros Roosevelt Skerrit, de Dominica; Baldwin Spencer,
de Antigua y Barbuda; Ralph Gonsalves, de San Vicente y las
Granadinas, y Kenny Anthony, de Santa Lucía, están aquí con nosotros
(Aplausos).
Pese a los intentos por dividirnos para seguirnos saqueando,
continúa su curso ascendente la integración de nuestros países en el
ALBA, CARICOM, MERCOSUR, UNASUR, entre otros.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que
Cuba se honra en presidir, prosigue su consolidación.
Aprovecho esta ocasión para, en nombre de los cubanos y en
particular de los damnificados por el huracán Sandy en las
provincias de Guantánamo, Holguín y Santiago de Cuba, expresar el
más profundo agradecimiento a todos los gobiernos y pueblos que
generosamente nos apoyaron y apoyan en las labores de reconstrucción
(Aplausos).
Hace nueve meses dicho huracán penetró al territorio nacional por
esta ciudad. La furia de los vientos alcanzó aproximadamente 200
kilómetros por hora y azotó a las provincias de Santiago de Cuba,
Holguín y Guantánamo, por espacio de cinco horas, provocando la
muerte de 11 ciudadanos.
Los efectos de este fenómeno meteorológico también se hicieron
sentir en las provincias centrales con intensas lluvias e
inundaciones.
Las pérdidas económicas totales ascendieron, después de un
riguroso estudio, a casi 7 000 millones de pesos. La mayor parte
correspondió a las viviendas e inmuebles, aunque se produjeron
considerables daños a la agricultura e infraestructuras vitales,
como la electricidad, las comunicaciones y los viales.
Considerando la trayectoria del citado huracán, la provincia de
Santiago de Cuba y en especial su capital sufrieron el mayor
impacto, afectándose el 50% de su fondo habitacional, colapsó el
sistema de distribución de la energía eléctrica y el telefónico. Los
árboles derribados y todo tipo de escombros obstaculizaron durante
días el tránsito en las calles de la segunda ciudad del país, con
medio millón de habitantes.
En Holguín sufrieron en mayor medida los embates de Sandy los
municipios ubicados al noreste de esa provincia, coincidentemente
los mismos que soportaron el azote del fuerte huracán Ike a su
entrada a Cuba, cuatro años antes, en septiembre de 2008. Resultó
dañado el 19,3% de las viviendas y buena parte de los cultivos
agrícolas y cañeros. Hasta el momento se ha dado solución al 52% de
los hogares afectados.
En los municipios al oeste de la provincia de Guantánamo también
se sintieron las consecuencias de este huracán, aunque los
perjuicios tuvieron menor envergadura y a estas alturas ya han sido
recuperados.
Regresando a Santiago de Cuba, con el concurso, en primer lugar
de los propios santiagueros y el apoyo decidido del resto del país,
incluyendo el aporte de los combatientes de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias y el Ministerio del Interior, así como contingentes
de trabajadores eléctricos y telefónicos de todas las provincias, en
pocos días se restablecieron las condiciones mínimas para la vida.
No se hizo esperar, y fue de los primeros en llegar, el mayor de los
aportes a la situación de Santiago de Cuba, que fue enviada
personalmente por el compañero Hugo Chávez (Aplausos).
En los meses transcurridos desde entonces no se ha dejado de
trabajar en las labores de recuperación y como resultado de ello se
ha solucionado el 42% de las viviendas afectadas. Se encuentra hoy
en ejecución un programa de construcción en toda la provincia, que
permitirá aliviar perspectivamente la tensa situación existente en
esta materia.
Por otra parte, el gobierno decidió bonificar el 50% del precio
de los materiales de construcción destinados al restablecimiento de
las viviendas dañadas, otorgar con igual propósito créditos
bancarios con menores tasas de interés y mayores plazos de pagos y
en los casos de derrumbes totales asumir por el Presupuesto del
Estado el pago de los citados intereses, así como subsidiar a
aquellos núcleos familiares de menores ingresos.
Al propio tiempo se ha avanzado en la recuperación de las
instalaciones del sistema de salud pública, de educación, cultura y
transporte.
Igualmente se mantiene la ejecución del proceso inversionista
iniciado en el año 2004 para la rehabilitación y ampliación del
acueducto de la capital provincial, que ha permitido el abasto
estable de agua, con frecuencia diaria, a 30 de los 32 sectores
hidrométricos de la ciudad, restando garantizar el servicio diario a
las zonas de Altamira y Litoral, que hoy lo reciben en días
alternos. Corresponde a las autoridades provinciales y empresas
asegurar la sostenibilidad del sistema.
Estas tareas, que están siendo controladas sistemáticamente por
el Gobierno Central, no han culminado y a las santiagueras y
santiagueros les ratifico que edificaremos, en primer lugar con su
participación directa, una ciudad cada vez más bella, higiénica,
ordenada y disciplinada (Aplausos), a la altura de su condición de
Ciudad Heroína, cuna de la Revolución. Además, que nadie se olvide
de que Santiago (Exclamaciones de: "Sigue siendo Santiago") sigue
siendo Santiago.
Parecería un milagro que a 60 años de aquel 26 de Julio estemos
vivos todavía varios de los participantes en aquellos
acontecimientos, tras los cuales se desató la sed de venganza de la
dictadura y fueron torturados y asesinados muchos de los
combatientes capturados.
También nosotros quisimos tomar el cielo por asalto, era un
sueño, lo intentamos, no pudo ser; pero exactamente cinco años,
cinco meses y cinco días después, el Primero de Enero de 1959,
estábamos entrando por esta puerta principal a exigir, en nombre de
Fidel, el rendimiento incondicional de la guarnición de la ciudad,
que pasaba de 5 000 hombres (Aplausos).
La firmeza y el decoro de Fidel, que de acusado se convirtió en
acusador en el juicio a que fuimos sometidos, constituyó nuestra
primera victoria.
Luego vino la prisión fecunda, el exilio en México, la
recomposición de las fuerzas revolucionarias, los preparativos para
la expedición del yate Granma, cuyo demorado arribo a costas cubanas
impidió la sincronización prevista con el heroico alzamiento de
Santiago de Cuba, organizado por el joven dirigente Frank País, el
30 de noviembre de 1956 —todavía no había cumplido 22 años, y al año
siguiente, sin haber cumplido los 23, fue vilmente asesinado por los
esbirros de la dictadura—; el revés de Alegría de Pío; el
reencuentro con Fidel dos semanas después en Cinco Palmas, la guerra
de liberación, primero en la Sierra Maestra y más tarde extendida a
otras regiones montañosas; la decisiva victoria en 74 días de
incesante e intenso batallar sobre la gran ofensiva de las tropas
batistianas contra el territorio del Primer Frente de la Sierra
Maestra donde se encontraba la Comandancia General del Ejército
Rebelde, hecho de enorme significación que, como dijo el Che, "le
quebró a la tiranía el espinazo", y dio inicio a la contraofensiva
estratégica del movimiento insurreccional.
Comenzaba así, en el verano de 1958 el viraje irreversible de la
guerra que con las operaciones de las columnas invasoras, salidas de
la Sierra Maestra, y las acciones de los combatientes clandestinos,
condujeron al colapso militar del régimen, a la toma del poder por
la Revolución triunfante y la constitución del primer Gobierno
Revolucionario en la Universidad de esta ciudad. Con la huelga
general —a la que llamó Fidel desde Palma Soriano, antes de entrar a
Santiago— de la clase obrera y todo el pueblo se derrotó la maniobra
de la Embajada Norteamericana para escamotear la victoria, mientras
Fidel avanzaba hacia La Habana. Esto es una apretada síntesis de una
intensa historia.
Empezaría entonces una etapa mucho más difícil, que estremeció
los cimientos de toda la sociedad. A cuatro meses y medio del
triunfo, en la propia Sierra Maestra y en el Puesto de Mando que
utilizó Fidel en los últimos meses de la guerra, en cumplimiento del
Programa del Moncada, se promulgó la primera Ley de Reforma Agraria,
que enfrentó a la Revolución con los poderosos intereses económicos
extranjeros y de la burguesía criolla, que financiaron y estimularon
por espacio de varios años el accionar de bandas armadas, el
asesinato de jóvenes alfabetizadores, adolescentes muchos de ellos;
el sabotaje y el terrorismo en todo el país; la invasión por Playa
Girón en abril de 1961, en vísperas de la cual se proclamó el
carácter Socialista de la Revolución; la Crisis de los misiles,
cuando ya Estados Unidos estaba preparando una invasión directa con
sus tropas a Cuba, en Octubre de 1962 y las incesantes agresiones y
crímenes contra nuestro pueblo durante décadas.
Han pasado los años, pero esta sigue siendo una revolución de
jóvenes (Aplausos), como lo éramos el 26 de Julio de 1953; los que
combatieron y cayeron en las calles de Santiago de Cuba el 30 de
noviembre de 1956. Jóvenes fueron en su inmensa mayoría quienes
participaron en la lucha contra bandidos durante cinco años, desde
1960 hasta enero de 1965, aproximadamente, que en dos ocasiones,
durante ese tiempo, llegaron a tener bandas activas de diferentes
tamaños en todas las provincias del país, incluyendo el sur de la
capital; jóvenes eran también los que derrotaron a los mercenarios
en Playa Girón; los que se sumaron, incluso adolescentes, a la
campaña de alfabetización, la mayoría estudiantes; los que se
incorporaron masivamente a las Milicias, a las nacientes Fuerzas
Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior; los cientos de
miles de compatriotas que cumplieron misiones internacionalistas en
otras tierras del mundo, el grueso de los mismos fue en Angola, como
se refería uno de nuestros invitados; los que hoy prestan servicios
de salud y educación —la mayoría también son jóvenes y además
mujeres— en diferentes naciones; los científicos, intelectuales,
artistas y deportistas que tantas glorias han cosechado; los que al
llamado de la patria cumplen su servicio militar, entre ellos las
muchachas que por propia voluntad se suman a esta tarea; los
estudiantes de la enseñanza media; nuestros universitarios que
protagonizaron con éxito el último censo de población y vivienda;
los obreros y campesinos que generan en la producción y los
servicios ingresos a la economía; nuestros maestros y profesores.
Esta seguirá siendo la Revolución Socialista de los humildes, por
los humildes y para los humildes proclamada por Fidel el 16 de abril
de 1961, en el entierro de las víctimas de los bombardeos previos a
la invasión de Playa Girón. Esta, repito, porque se ha demostrado en
60 años, seguirá siendo una Revolución de los jóvenes (Aplausos).
Hoy más del 70% de los cubanos nació después del triunfo de la
Revolución. Podría decirse que convivimos en suelo patrio varias
generaciones, cada una de ellas con historia y méritos propios, en
correspondencia con el momento que les tocó vivir.
La Generación Histórica va cediendo su lugar a los "pinos nuevos"
con tranquilidad y serena confianza, basados en la preparación y
capacidad demostradas de mantener en alto las banderas de la
Revolución y el Socialismo, por las que entregaron sus vidas
innumerables patriotas y revolucionarios, desde los indios y
esclavos que se rebelaron contra la opresión hasta nuestros días.
Como ya se ha informado, está en marcha el proceso de
transferencia paulatina y ordenada a las nuevas generaciones de las
principales responsabilidades de dirección en la nación.
Para asegurar el éxito en este empeño jamás podrá descuidarse la
importancia estratégica que tiene, como nos enseñó Fidel, preservar
por encima de todo —repito— ¡preservar por encima de todo! la unidad
de todos los cubanos dignos (Aplausos).