No pasó demasiado tiempo y la baterista ya empezó a ocupar un
puesto en la primera fila del movimiento jazzístico cubano. Pero,
como era de esperar, antes de subir las escaleras hacia el éxito,
tuvo que ponerle mucha actitud a su desempeño profesional. "Cuando
comencé a tocar batería en un grupo de jazz de la escuela Manuel
Saumell no confiaban en mi capacidad. Eso me hizo estudiar más para
mostrar que podía tocar el drums como cualquier baterista.
Luego ocurrió lo mismo con grupos más reconocidos: cuando
necesitaban un baterista y algún amigo me recomendaba, muchos
preferían seguir buscando a un hombre. Cada vez que esas situaciones
ocurrían, me fijaba la meta de que me vieran tocar y llegaran a
confiar en mí"; rememora Yissi, hija de Bernardo García, baterista
fundador de Irakere.
En algunos ámbitos se ha despertado la polémica sobre la supuesta
diferencia entre hombres y mujeres bateristas. "El sonido del
instrumento no depende de si eres hombre o mujer, sino de quién
eres. Cuando escuchas un disco grabado por un buen baterista es
imposible saber si es hombre o mujer, solo escuchas el instrumento
bien ejecutado. A pesar de eso, es común escuchar la poca acertada
frase de que una mujer toca como un hombre cuando exhibe buena
pegada. En mi caso, la paciencia y el estudio fueron mis mejores
herramientas para insertarme y triunfar en el terreno de los
bateristas profesionales" explica.
La instrumentista ha fijado en los festivales Jojazz su
certificado de nacimiento a la primera división de la música cubana.
"Este concurso brinda la oportunidad a los jóvenes jazzistas de
demostrar su talento. Para mí fue un honor obtener el segundo lugar
en Interpretación en el año 2006. A partir de ahí comencé a tocar
con músicos como Bobby Carcassés, Orlando Sánchez "Cuba Jazz",
Joaquín Betancourt, Alexis Bosch, Roberto Carcassés, Robertico
García, Yasek Manzano, Julito Padrón, entre otros".
Yissi empezó a engrosar su estante de premios con un galardón en
el concurso internacional de jazz, Master Jam Festival, que se
desarrolló en el pasado mes de junio en Ucrania. "Allí tuve la
tremenda alegría de obtener el primer lugar en la categoría de
batería entre cuarenta finalistas de dieciséis países, todos músicos
profesionales con muy buena preparación. Alexis Bosch, a quien le
debo mucho en mi carrera, y Robertico García también se alzaron con
los primeros lugares en piano y trompeta", señala.
Paralelamente a su trabajo con ases del jazz, decidió cristalizar
sus inquietudes musicales formando su propia banda, con la cual se
presenta habitualmente en el Café Miramar, la Zorra y el Cuervo y
los Jardines del Mella. "En la actualidad dedico la mayor parte del
tiempo a mi grupo, con el que inicié mi carrera como líder de un
proyecto musical. Tengo la suerte de contar con músicos muy
talentosos: Jorge Aragón en el piano, Julio César González en el
bajo, Julio Rigal en la trompeta y Dj Jigüe en las máquinas. Hacemos
una música bastante fresca, basada en combinar el jazz con elementos
del funk, el drums and bass, el latin jazz, la rumba, la conga. Al
mismo tiempo sigo trabajando con Alexis Bosch, Raúl Paz,
Interactivo, Emir Santa Cruz y Héctor Quintana", comenta la
instrumentista, quien se tomó muy en serio el grito de guerra que
retumbaba en Anacaona: "¡Suena Yissi!"