El 9no. Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) fue
una cita dedicada a la reflexión, no al triunfalismo; a la búsqueda
de nuevas vías para elaborar mensajes superiores, más profundos y
enfocados en los procesos sociales. Los temas debatidos pudieron
repetirse —dijo la delegada Arleen Rodríguez en una intervención—,
pero nosotros somos mejores, porque somos más críticos en nuestra
evaluación.

El Presidente de la
UPEC, Antonio Moltó, entrega a Díaz-Canel, la Moneda Conmemorativa
50 Aniversario de la UPEC para Fidel y Raúl.
Entre los asuntos discutidos destacaron la evaluación de los
profesionales, la atención al sector, la superación y formación, y
la revitalización de los círculos especializados.
En el caso del círculo de Periodismo Cultural, por ejemplo, se
enfatizó en su urgente revitalización, no solo con el objetivo de
que sus miembros se superen, sino también con el de profundizar en
la conceptualización de la cultura. En ese proyecto resulta
estratégica la alianza con la vanguardia intelectual del país.
Otras opiniones se concentraron en la inserción de los recién
graduados en los órganos de comunicación y en la importancia de
introducirlos en una práctica responsable del periodismo, a partir
de los buenos ejemplos personales y la integración intergeneracional
dentro de las redacciones.
Al respecto se comentaron algunas de las dificultades en cuanto
al manejo de las técnicas periodísticas y recursos lingüísticos de
los recién egresados, y se señaló el relevante rol que juegan los
medios de comunicación en el completamiento de esa formación.
A los estudiantes y recién graduados —expresó el periodista del
periódico Juventud Rebelde, José Alejandro Rodríguez— debe
recalcárseles la ética del periodista, guiarlos en su trabajo. Para
ello es muy importante el nexo entre las personas que tienen
experiencia en el sector y los que llegan nuevos, porque siempre se
aprende de ambas partes. Es una especie de "cátedra invisible".
Según se conoció en el cónclave, el lapso entre congresos (cinco
años) se caracterizó por un mayor interés en la superación
profesional, cuestión en la que resultó vital el apoyo del Instituto
Internacional de Periodismo José Martí.
En un resumen sobre la labor de superación realizada por la UPEC,
dado a conocer por el subdirector del Instituto, Roger Ricardo Luis,
se insistió en estimular las investigaciones que contribuyan a
conocer científicamente las necesidades de capacitación y formación
continua, a mantener las acciones académicas relacionadas con la
incorporación de las nuevas tecnologías a la batalla global de las
ideas, y reiteró que los medios de prensa deben diseñar su propia
estrategia de capacitación, a la que pueden incorporarse las
universidades, centros capacitadores, etc.
Sobre la formación de periodistas se destacó la enseñanza de esa
carrera en siete centros de educación superior del país, lo cual
constituye una gran fortaleza; aunque se asumió como un retroceso el
cierre de los estudios en la universidad de Pinar del Río.
También se hizo énfasis en la integración interinstitucional para
la superación de los profesionales, lo cual consolidaría la
actuación del sector en el escenario mediático; y en la necesidad de
rescatar los paradigmas del periodismo cubano.
Como parte de sus proyecciones generales de trabajo, la UPEC se
propuso para los próximos cinco años (hasta el 10mo. Congreso),
continuar participando en la materialización de los objetivos
aprobados por la Primera Conferencia del Partido relacionados con la
prensa y de las Orientaciones del Buró Político emitidas en el 2007;
fomentar la orientación vocacional hacia el periodismo; ratificar la
denuncia permanente y en todos los escenarios del bloqueo yanqui,
las agresiones mediáticas y el apoyo a la causa de los Cinco, entre
otras acciones.
El 9no. Congreso de la UPEC dejó en sus delegados, y en todas los
afiliados que participaron en las 184 asambleas que lo antecedieron
(donde se realizaron más de 1800 planteamientos), el deseo de hacer
más por su profesión, por su país.
Como expresara en las palabras de clausura el miembro del Buró
Político y primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de
Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, las discusiones no se
detuvieron en los logros; primó el espíritu crítico, constructivo,
insatisfecho por el trabajo de la prensa. Prevaleció el pensamiento
inconforme que se decide por la pasión de la verdad.