WASHINGTON. —Las revelaciones del exanalista de la Agencia de
Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos Edward Snowden afectan de
forma significativa la política exterior norteamericana, en
particular las relaciones con América Latina, estiman especialistas.
El llamado traspatio de Estados Unidos, como lo calificó una vez
el secretario de Estado, John Kerry, tuvo una reacción de ira tras
conocerse detalles de las actividades de las agencias de espionaje
en el continente, señala un artículo del diario Stars and Stripes.
Esto sucede después que el presidente Barack Obama y el
vicepresidente Joseph Biden expresaron recientemente sus intenciones
de mejorar los vínculos con las naciones de la región, agrega el
periódico.
Carl Meacham, exasesor del Comité de Relaciones Exteriores del
Senado norteamericano, considera que el caso Snowden ha echado un
balde de agua fría sobre los planes para estrechar las relaciones
con América Latina y el Caribe.
Según Meacham, a pesar de que la controversia no detendrá los
acuerdos comerciales y la cooperación en temas de energía, va a ser
muy difícil para la Casa Blanca proyectar una imagen de buena
vecindad hacia la región, cuyos gobiernos perciben ahora más que
nunca al país norteño como "la gran potencia imperial".
En sentido similar se expresó Michael Shifter, presidente de
Diálogo Interamericano, otro de los centros de estudios ubicados en
la capital estadounidense, que investiga la dinámica de la política
hacia el Hemisferio Occidental, según Stars and Stripes.
No creo que el asunto paralice las relaciones, pero constituye un
serio revés para los vínculos con países que tradicionalmente han
sido amistosos con Estados Unidos, como México y Brasil, añade el
académico.
La vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, reconoció que el
gobierno norteamericano obtiene información de inteligencia sobre
las naciones del área, y esto evidentemente creará graves
dificultades en las relaciones bilaterales, por lo que se mantendrán
contactos privados con las autoridades de esos países, agrega el
artículo.
Psaki reiteró las amenazas contra cualquier nación que otorgue
asilo a Snowden, quien permanece desde el 23 de junio pasado en el
aeropuerto internacional de Sheremetievo de Moscú, Rusia, país al
que el también exagente de la CIA pidió asilo provisional.
Snowden entregó el mes pasado a la prensa documentos clasificados
que revelan programas de espionaje del gobierno estadounidense que
afectan entidades comerciales e instituciones privadas y públicas de
otros 35 países.
El excontratista de la NSA ha solicitado asilo político a 27
naciones, la mayoría de las cuales rechazaron su solicitud, o
pusieron como condición que el demandante se encuentre en su
territorio.
Los gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Bolivia dijeron que
estaban dispuestos a ofrecerle refugio.