Al
menos 35 personas murieron este domingo en atentados en diferentes
ciudades iraquíes, en una renovada escalada de violencia que suma
más de 360 muertos desde comienzos de julio.
Los atentados más sangrientos se perpetraron en Kerbala, Mussayab,
Nassiriya y Bassora, poblaciones de mayoría chiíta, y en la
provincia sunnita de Nínive.
En Mussayab un kamikaze hizo explotar su vehículo en los
alrededores de una mezquita y murieron cuatro personas.
Desde comienzos del año, los muertos a causa de los atentados son
al menos 2 635.