ROMA.
— Las labores de conservación del Coliseo romano, el anfiteatro de
la capital italiana construido en el siglo I comenzarán en breve,
dos años más tarde de lo previsto.
Así lo anunció a la prensa el alcalde de esta ciudad Ignazio
Marino, durante la presentación del proyecto de peatonalización de
la avenida de los Foros Imperiales, que daña una de las zonas
arqueológicas más importantes del planeta, donde se encuentra el
llamado anfiteatro Flavio.
Las obras de rescate demorarán unos dos años y medio y esto no
impedirá, subraya, que siga abierto al público.
Sin embargo, el monumento debido a la peatonalización de la calle
de los Foros Imperiales, perderá su función de separador del
tráfico, destacó la directora del Coliseo, Rossella Rea.
En la actualidad, la zona exterior es demasiado pequeña si
tenemos en cuenta los 17 mil turistas que lo visitan a diario y los
que, en un número indefinido, se detienen en sus alrededores,
explicó.
El Coliseo del futuro lo imagino de esta manera: en un espacio
amplio, libre, al servicio del Anfiteatro, con paneles didácticos,
señaló.
En 2012 arqueólogos y conservadores romanos anunciaron que el
conjunto monumental se inclinaba en su lado sur.
Durante los trabajos previos destinados al control de su
comportamiento dinámico precisaron que en una de sus laderas
presentaba 40 centímetros de altitud.
La losa inferior de hormigón del Coliseo puede tener una
acentuada división interna. Esta hipótesis explicaría la diferencia
real en la elevación, señaló en aquella ocasión Giorgio Monti, uno
de los miembros del equipo investigativo.
A juicio de los especialistas encargados de la preservación de
este monumento, los coches, motos, autobuses turísticos y de
transporte público figuran entre las principales causas de su
deterioro.
Declarado en 1980 por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, el
Coliseo es uno de los sitios más famosos de la antigüedad clásica,
por su historia y conservación.