Edwin
Pedrero, principal impulsor del trabajo en el OAUH —sitio por el que
además pasa el meridiano de La Habana— ofreció un recuento de lo
hecho durante este período de ardua labor, en que se rescataron del
abandono piezas de colección como relojes, barómetros, anemómetros,
maquetas didácticas, láminas únicas, esferas celestes, telescopios
de más de 150 años de antigüedad y un lugar de valor para los
interesados en la astronomía.
Pedrero reconoció que aunque al principio pareció un trabajo
imposible, luego confluyó en esta experiencia de sacrificio la labor
de instituciones como la Cátedra de Cultura Científica Félix Varela,
el Laboratorio de Tecnología Láser del Instituto de Ciencia y
Tecnología de Materiales (IMRE), la Facultad de Física y el
Departamento de Patrimonio Cultural de la Universidad.
La recuperación incluyó la reparación total de la cúpula de una
tonelada a la que desde 1980 no le funcionaba el motor, restauración
de compuertas, sistemas de rotación, relojes de péndulos mecánicos
(hora sideral y local) y otros instrumentos de valor, así como la
pintura y acondicionamiento del lugar.
Los relojes, resguardados hace años detrás de inmensos libreros,
fueron producidos dos siglos atrás para observatorios de alta
precisión, y en su época costaban el triple de lo que se pagaba por
otros corrientes. Su puesta en marcha incluyó sustituir algunas
piezas, pero respetó la maestría de sus creadores, por lo que se
mantienen funcionando con su mecanismo original.
En manos de los estudiantes de Restauración del Instituto
Superior de Arte está aún poner en perfecto estado algunas
herramientas didácticas. Otros instrumentos requieren partes ópticas
que se encuentran en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y
Electrónica de México.
Aunque el Observatorio no tiene valor investigativo porque su
tecnología es de antaño y está ubicado dentro de gran contaminación
luminosa, el telescopio principal permite observar los cuerpos
celestes con un aumento de la distancia real de 280 veces. Por tal
razón, el sitio recuperado pretende aprovechar sus utilidades
didácticas a partir del próximo curso escolar.
Quienes estén interesados en visitar este lugar deben coordinar
en el IMRE con Mónica de la Guardia y Gerlín Quintana, a través del
teléfono 878-2150 o escribiendo a los correos electrónicos: monica@fisica.uh.cu
y guerlin@imre.oc.uh.cu.
Por ahora comenzarán a sesionar círculos de interés de escuelas
cercanas y todos aquellos que coordinen sus estancias en grupos
menores de 15 personas. También podrá entrar al OAUH cualquier
estudiante que desee emplearlo para trabajos docentes e
investigaciones científicas.
En el futuro se estudia la posibilidad de ubicar paneles solares
en la azotea, con el fin de garantizar la energía que permita
climatizar el sitio para las visitas abiertas, las cuales serán
posibles cuando se construya una entrada única para el Observatorio,
que se encuentra ubicado en los altos de la Facultad de Matemática y
Computación.
A la reapertura asistieron los Doctores José Ramón Saborido,
viceministro primero del Ministerio de Educación Superior; Gustavo
Cobreiro, rector de la UH; Ismael Clark, presidente de la Academia
de Ciencias de Cuba; Eusebio Leal, Historiador de la ciudad de La
Habana, y Nancy Martínez, directora del Instituto de Ciencia,
Tecnología y Materiales de la UH.