LA PAZ. — El gobierno de Bolivia devolvió a la embajada de
Estados Unidos aquí una solicitud de extradición del exagente de la
CIA Edward Snowden presentada la víspera, por considerarla ilegal e
infundada, informó hoy la cancillería.
De acuerdo con un comunicado, el Ministerio de Relaciones
Exteriores procedió a la devolución "inmediata y categórica" de la
petición, por carecer de sentido dado que el extécnico de la Agencia
Nacional de Seguridad de Estados Unidos no se encuentra en la nación
andina.
"La extraña, ilegal, infundada y sugestiva solicitud de
extradición de una persona que no se halla en territorio del Estado
requerido, será devuelta al gobierno de Estados Unidos de forma
inmediata y categórica", señala el texto.
La cancillería reiteró además, de manera enfática, que Snowden
nunca se entrevistó con el presidente Evo Morales en Rusia y menos
subió a la aeronave, un rumor que conllevó a la cancelación del
permiso de vuelo del avión del mandatario cuando regresaba de Moscú.
El ministro de Relaciones Exteriores David Choquehuanca consideró
ayer que la solicitud de extradición recibida de Estados Unidos
explica la decisión de varias naciones europeas de bloquear su
espacio aéreo por temor a que el avión presidencial transportara a
Snowden.
"No es casual, esa nota llegó a la cancillería con este
contenido. Consideramos que Estados Unidos ha pensado que Snowden
estaba en el avión presidencial y que los países han actuado de
manera consensuada", afirmó.
Ratificó además que su gobierno no ha recibido solicitud de asilo
del especialista en informática estadounidense y explicó que, en
caso de recibirla, se procederá a su consideración.
"Hemos comunicado que el señor Snowden no está en el avión, somos
respetuosos de la normativa internacional, hay procedimientos en
caso de que él nos pida asilo, cosa que no ha sucedido", explicó.
La víspera, Francia, España, Italia y Portugal cancelaron los
permisos de vuelo del avión de Morales, tras la sospecha de que
transportaba al exagente, perseguido por Washington por revelar una
red de ciberespionaje perpetrada por Estados Unidos.
La prohibición obligó al mandatario a permanecer varado por más
de 13 horas en Viena, Austria, lo que provocó el rechazo de
gobiernos y organizaciones sociales de América Latina.