Egipto pone rumbo a lo desconocido

EL CAIRO.— Las Fuerzas Armadas egipcias depusieron este miércoles al presidente Mohamed Mursi, elegido hace un año, y suspendieron la Constitución, en un movimiento que vuelve a situar a Egipto rumbo a lo desconocido.

FOTO: APLos opositores de Mursi celebraron la acción del Ejército en la céntrica plaza Tahrir en el Cairo.

Como mandatario interino del país en sustitución de Mursi, los militares designaron al presidente del Tribunal Constitucional Supremo, Adli Mansur, quien prestará juramento este jueves y deberá convocar y supervisar las próximas elecciones presidenciales.

En un discurso a la nación, el jefe del Ejército, Abdel Fatah al Sisi, anunció que Mansur tendrá todo el poder para hacer declaraciones constitucionales y para designar a un jefe de Gobierno con prerrogativas.

Además, se formará un comité de expertos para enmendar la Constitución, según el plan expuesto por Al-Sisi, quien estuvo rodeado de líderes políticos, el jeque de la institución islámica de Al Azhar, Ahmed Tayeb; y el papa copto, Teodoro II.

El general argumentó que Mursi "no respondió a las demandas del pueblo" después del ultimátum de 48 horas que le había dado el Ejército, por lo que las Fuerzas Armadas abrieron consultas con representantes de la sociedad egipcia para trazar la hoja de ruta.

En su primera reacción al anuncio, Mursi calificó el hecho como "un completo golpe militar", e hizo un llamado a todo el pueblo para que se apegue a la Carta Magna. En su página oficial de Facebook, se refirió a sí mismo como el presidente y líder supremo de las fuerzas armadas.

Al menos cuatro personas murieron el miércoles en enfrentamientos entre partidarios de Mursi y las fuerzas de seguridad de Egipto en la ciudad de Marsa Matrouh, en el norte del país, después de que el presidente islamista fuera derrocado por los militares, dijo un gobernador estatal.

Entre tanto, miles de opositores a Mursi aclamaron a los helicópteros con banderas militares que sobrevolaron la plaza Tahrir de El Cairo, donde se encontraban congregados. "El pueblo, la Policía y el Ejército son uno solo", gritaba el jubilado Mustafa. Pero no hace tanto, las multitudes en la plaza veían de manera bastante diferente a los militares.

Esta semana salieron a las calles para quejarse porque Mursi no logró mejorar las condiciones económicas y sociales en el país del norte de África, después de un año en el cargo.

Pero el órgano de gobierno del Ejército, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas —que gobernó en Egipto desde que el expresidente Hosni Mubarak fuera derrocado en el 2011 hasta que asumió Mursi—, fue también incapaz de resolver los problemas del país. Los manifestantes solían llenar periódicamente la plaza Tahrir y cantar "Abajo el régimen militar".

"Hay tres fuerzas básicas: los islamistas —los más importantes, los Hermanos Musulmanes— , el Ejército y la calle", señaló el historiador Khaled Fahmy, de la Universidad Americana de El Cairo.

"Ninguna de estas tres grandes facciones es lo suficientemente fuerte como para imponer su voluntad a las demás", apuntó. "En diferentes épocas se forman diferentes alianzas, (...) lo que vimos (el lunes) era la Policía y el Ejército y los revolucionarios contra los Hermanos Musulmanes". (EFE/Xinhua/Reuters/DPA)

 

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